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12/18/2012

Cap. 79


Alexandra’s POV
Martes 16 de Abril

Sábado primero de Junio, parece ser que Liam eligió y arregló la fecha exacta del día de mi graduación para su boda. Lo dejaría en mera coincidencia, pero algo más me dice que sólo quiere evitar estar presente en un evento en el que prometió que estaría, inclusive después de que terminamos nuestra relación hace casi un año. Lo supe gracias a Mitchell, y me quedé pensando si Liam sería lo suficientemente descarado para hacerlo, resultó ser que sí y el fin de semana pasado, cuando vino a recoger a Hailie, me trajo la invitación. Dijo que a pesar de todo, sigo siendo la mamá de Hailie y como muestra de respeto, me invitó, sabiendo que no podré estar ahí. Las coincidencias ya no existen en eventos como este.
     Y por mucho que quisiera pensar en esto todo el día, gracias al Cielo llegó algo que me sacaría del tema por un momento. En Diciembre completé mis aplicaciones para las universidades a las que desearía entrar. Mis sueños van lejos, pero tengo complicaciones y debo aceptar que tendré que conformare con universidades en Los Ángeles gracias a Hailie, pues no puedo separarla de Liam y yo no quiero estar lejos de ella, tal vez un semestre podré pasarlo en algún otro lugar, no lo sé, pero no todos mis estudios, como Regan o Tony, probablemente Jade, y de Hunter y Emma y no estaba segura. En fin, mandé una solicitud a La Universidad de California en Los Ángeles, a La Universidad del Sur de California, Universidad del Estado de California en Los Ángeles—sinceramente el nombre parecido me confunde un poco al hablar de ello—y La Universidad Loyola Marymount.
     Las respuestas llegaron ayer, yo abrí mis sobres y me sorprendí al ver las cartas. Aceptada, aceptada, aceptada y aceptada. Jamás pensé que lo lograría y lo presumí a cualquier persona que se cruzara en mi camino, incluidos mis hermanos y Mitchell, pero no llamé a mis amigos, ellos seguramente estaban recibiendo sus respuestas también. Aunque para el final del día supe que no me estaría embarcando sola en esta aventura universitaria, porque Jade también fue aceptada en La Universidad del Sur de California, o abreviado, USC. Hunter y Emma irían juntos La Universidad del Estado de California, Meghan fue aceptada en Stanford y gracias al papá de Regan, podrá financiar la universidad. Alexander cumplirá su sueño de alejarse, pues irá a la Universidad de Oxford, en Gran Bretaña.
     Todos seremos felices, el fin. Pero ojalá y fuera así de fácil.
     El hecho de que tuviera trabajo que hacer, tareas que entregar, calificaciones que mejorar, no le importó a mi papá, y hace tres meses me pidió algo. Al entrarse de que Liam había decidido ponerle un fin definitivo a nuestra relación “amorosa” después de un año, me dijo que presentara una demanda, no una de las malas, por supuesto que no, mi papá todavía le mantiene cierto afecto a Liam de los años que trabajaron juntos y no le gustaría verlo en la cárcel por haber mantenido una relación inapropiada con una menor de edad, pero dijo que sería lo correcto que un juez decidiera la cantidad de dinero que yo debo recibir mensualmente de él. La semana pasada terminamos la observación y el jueves faltaré al colegio para poder ir con el juez. Esperamos que sea la misma cantidad, mi papá no pide menos o más, sólo quiere que sea legal, además sabe que Liam tiene un boda que financiar y quiere afectarlo en lo más mínimo sin perjudicar demasiado a Hailie.
      Ese es mi final no tan bonito después de todo.
     –¿En qué estás pensando? –me preguntó Mitchell al entrar en la cocina, yo lo volteé a ver distraída y me encogí de hombro, él se sirvió agua en un vaso y se acercó a mí–. ¿Ya tienes quién te acompañe para recorrer la universidad este fin de semana? –me preguntó–. Yo me gradué ahí, Liam también.
     –¿Me guiarías a mi y a mi amiga? –le pregunté y él asintió con una sonrisa.

Jueves 18

Salimos Liam con Hailie en brazos, mi papá y yo de la corte, todos íbamos elegantes aunque no había necesidad. Liam le pidió un tiempo a mi papá y él se adelantó al automóvil con Hailie en brazos, Liam quería hablar completamente a solas.
     –Así que no fue tan malo como esperé –me dijo Liam con una sonrisa nerviosa–. Soy bueno en finanzas, siempre supe que te estaba dando lo indicado, tal vez un poco menos, pero iba por el camino correcto, ¿no te parece? –me preguntó y yo asentí, sin decir ni una palabra–. Alexandra, sé que estás enojada por la fecha de la boda…
     –Lo prometiste –lo interrumpí enojada–. De las muchas promesas que me hiciste, la única que esperé que cumplieras después de que termináramos fue que irías a mi graduación porque sabes lo que eso significaba para ambos, para nuestra relación.
     –Pero nuestra relación ya está caducada –se defendió–. Lo siento.
     –No es una excusa –le repliqué–. Yo quería tu apoyo a pesar de todo, pero ¿qué es lo que obtengo a cambio? Un sueño estancado en una Universidad a la que ni siquiera quiero ir, porque mis planes no eran estos, tu viniste y cambiaste todo mi juego, después te fuiste pensando que podías dejar todo como si nunca hubieras existido para mi.
     –¿Y tú crees que tú no cambiaste mi vida? –me preguntó molesto–. Fuiste el cambio más grande he tenido y también el más bueno, pero se terminó y no podemos hacer nada para solucionarlo, porque… –entonces hizo una pausa–. Porque…
     –¿Por qué, Liam? –le pregunté mientras me acercaba a él–. ¿Por qué tú lo dices? Porque desde mi punto de vista, no hay nada que haya pasado que no podamos solucionar –le dije más calmada y entonces coloqué mis manos en su pecho, acomodé su corbata y le sonreí, él permaneció serio–. Todavía recuerdo esas semanas antes de que terminaras conmigo, tu amor parecía tan incondicional, todas las palabras que salían de ti eran puro cariño, y eso se convirtió en duda, fue mi culpa, lo sé, pero el día que decidimos tomarnos un descanso, te dije: “Espero que me extrañes cuando no tengas esto.” ¿Lo extrañas? –le pregunté y él se tardó en asentir, pero lo hizo–. Y prometiste que no funcionarías para nadie más que yo –le recordé y mis ojos se cristalizaron, sus cejas se juntaron y me miró directo a los ojos–. Dijiste que algún día nos casaríamos, solo para probarle a la gente que nuestra relación podía funcionar, que no estabas haciendo nada mal, pero veo a una chica caminar hacia el altar y no soy yo –le dije e hice una pausa–. Así que dime, ¿qué fue lo que hicimos tan mal que nos llevó al punto de estar al borde de perder todo lo que alguna vez tuvimos?
     Él pasó la lengua por sus labios y se aclaró la garganta.
     –Lo siento –me dijo–. Pero no lo sé, no sé –repitió.
     Yo suspiré decepcionada y me alejé de él.
    –Tú piensa sobre eso, y si alguna vez llegas a saber porqué, me dices, porque yo también necesito saber qué fue lo que pasó –le pedí y forcé una sonrisa.
     –¿Pero cuál sería el punto si lo descubriera? –me preguntó, capturando mi atención otra vez–. Me voy a casar en seis semanas, y aunque quisiera detenerlo, ya no puedo.
     –Yo siempre puedo llegar al altar a tiempo, ¿pero cuál sería el punto si la persona por la que planeo interrumpir la boda no me corresponde después? –le pregunté imitando su primera pregunta y él se quedó callado un momento, pensando una respuesta.
   –E incluso si aparecieras el día de mi boda, vistiendo tu toga y birrete –dijo y sonrió ligeramente por su comentario–. Si hicieras eso, ¿cuál sería el punto de dejar a una chica en el altar si la relación por la que la dejé sigue sin funcionar? –me preguntó.
     –Valdría la pena intentarlo de nuevo, lo prometo –le respondí y me alejé.

Viernes 19

Cumpleaños y fiestas infantiles, no puedo esperar a que Hailie tenga sus amigas y las invite a una fiesta de pijamas o a comer a un restaurante de comida rápida el día de su cumpleaños, o decida hacer una fiesta con sus compañeros como mi hermano, Matt, quien cumple once años hoy. Invitó a toda su clase y hay como veinte niños corriendo en todos lados de la casa, incluido Mitchell, que está siendo perseguido por Ryan con globos de agua en mano. La primera vez que lo vi estaba bien vestido, con su traje, pues todavía no salía de trabajar con mi papá, la segunda vez que lo vi estaba sin su playera y sus pantalones cayéndose, todavía siendo perseguido, pero espero por el amor de Dios que esta vez que lo vi pasar estuviera sosteniendo sus manos en la entrepierna sólo para evitar que lo golpearan con un globo allí. Pero cuando llegó a mi no pude notar ni un solo trozo de tela en su cuerpo.
     –¿Qué estás haciendo corriendo desnudo por mi casa? –le pregunté alarmada.
   –Son tus hermanos –me contestó apurado y miró alrededor para asegurarse de que no vinieran por él–. Es un reto, cada vez que me den con un globo tendré que ir deshaciéndome de mi ropa y si pierdo tendré que saltar a la alberca desnudo, sólo les queda un globo así que estoy huyendo y necesito que me ayudes –me dijo y subió las escaleras, tan pronto como desapareció del primer piso, mis hermanos se cruzaron conmigo.
     –¿Dónde está Mitchell? –preguntó Ryan y miró alrededor.
     –¿Matt, no deberías estar con tus invitados? –le pregunté a Matt.
    –Se fueron –me contestó–. Cuando vieron a tu novio correr desnudo por la casa –añadió y entonces rechinó sus dientes–. ¿No crees que merezco venganza?
     Yo me quedé pensando un momento y después asentí.
     –Sólo si el único para culpar es Ryan, pues él comenzó todo –objeté.
     Ryan me miró sorprendido y retrocedió unos pasos cuando descubrió que Matt estaba apuntando el globo de agua directo a su rostro.
    –¡No comencé yo, lo juro! –exclamó y salió corriendo con Matt persiguiéndolo, y satisfecha, subí a mi habitación, donde era seguro que Mitchell había acudido a esconderse. Cuando llegué, lo encontré vistiendo mi bata de baño y echándole un ojo a Hailie que estaba dormida en su cuna, con un brazo alrededor de su osito de peluche.
     –El rosa te queda bien –lo molesté y él me volteó a ver.
     –¿Es seguro salir ahora? –me preguntó y caminó hacia mí.
     –Sólo si te consigo algo de ropa, ¿dónde la dejaste? –le pregunté y él se encogió en hombros–. ¿Sabes que mis hermanos piensan que estamos saliendo? –le pregunté.
     –Ni hablar, si me quieren como cuñado, pues a trabajar en ello se ha dicho –me contestó riendo y yo lo empujé del hombro. Ambos nos quedamos callados un minuto y él me sonrió, como si estuviera nervioso y sin detenernos, fuimos acercando nuestros rostros cada vez un poco más–. Esto está mal –dijo cuando notó lo que estaba sucediendo.
     –Pero no te importa lo que esté mal –le recordé y rápidamente enredé mi brazo alrededor de su cuello y guié mis labios a los suyos. Tengo que admitir que me sentí algo extraña tener que besar a un hombre vistiendo una bata rosa de baño, mi bata rosa, pero fuera de eso, el beso fue espectacular, fue tierno, fue lento, fue tentador, pero los dos mantuvimos nuestros ojos abiertos y nuestros cuerpos alejados y la mente primero que el corazón. Y al darme cuenta de ello, me alejé de él y cubrí mi boca con mi mano, preguntándome ¿por qué?
     –Lo siento, Alex, pero no puedo hacer esto –me dijo–. Especialmente contigo.
     –Lo entiendo –le repliqué–. ¿Aún así vemos mañana? –le pregunté y él asintió dudoso.

Sábado 20

Liam está ocupado otra vez. Desde que se comprometió ha suspendido demasiados fines de semana con Hailie, la cual sufre durante horas por no verlo el día que se supone debe verlo. Hoy era uno de esos fines de semana. Liam llamó en la noche el día de ayer, saldría en una búsqueda implacable por los recuerdos de la boda con su prometida, Kendra. Varias veces la he visto, cuando él viene a recoger a Hailie, ella se encuentra esperando en el carro y una o dos ocasiones he cruzado unas pocas palabras con ella. No daré mi opinión al respecto.
     –Volveré pronto –le dije a mi mamá y le entregué a Hailie, le di un beso en la mejilla y caminé hacia la puerta, mi mamá la colocó en el suelo de la habitación de Shane, que desde Diciembre decidimos que usarían juntos. Al principio pensamos que sería una buena idea, pues ambos son pequeños y aunque Shane es más grande que Hailie por ocho meses, consideré que él aprendería a compartirle alguno de sus juguetes. Resulto ser que no se soportan, se pegan entre ellos, se arrebatan las cosas y se rasguñan–. No dejes que Shane le pegue a Hailie –le recordé a mi mamá y ella los miró y se cruzó de brazos.
     –Si pudiera lo haría –suspiró analizando a los dos bebés y me volteó a ver–. Suerte.
     –Gracias, mamá –le dije y salí de mi habitación.
     Al llegar a casa de mi papá no estaba ansiosa por encontrarme con Mitchell, pero cuando lo hice informó que no me acompañaría y mi papá se ofreció a tomar su lugar, Jade y yo accedimos, pero les pedí un momento para hablar con él, lo seguí hasta la oficina y cerré la puerta detrás de mi para que nadie pudiera entrar o escucharnos.
     –Te ves nervioso –noté y él me volteó a ver desde el escritorio.
     –Claro que sí, te besé y eso está mal –me replicó apurado.
     –No, yo te besé –objeté–. Y sí está mal, pero me culpo.
     –¡No entiendes! –exclamó desesperado–. Sentí algo, Alex.
     –Como… ¿sientes algo por mi? –le pregunté confundida.
     –Sí –me contestó–. Siento cariño por ti, algo más que eso.
     –Si fuera así no te esforzarías tanto en hacer que Liam regrese conmigo –le dije.
     –Porque eso es lo que quieres –me dijo–. Alexandra, tú no sabes esto pero fui yo quien sugirió que Liam te dejara por un tiempo y ahora estoy tratando de reparar mis daños.
     –¿Por qué harías algo así? –le pregunté sorprendida–. ¿Mitchell? –lo presioné.
   –Porque parecían estar teniendo un mal rato y pensé que sería mi oportunidad perfecta, siempre me odiaste, pero fui yo quien le preguntó a Liam sobre el trabajo de tu papá y aproveché la oportunidad para acercarme a ti, porque pensé que si Liam no era suficiente para ti, yo lo sería –confesó y se sentó en su silla–. Lo siento –se disculpó.
     –¿Así que es por tu culpa que nos hayamos separado? –pregunté enojada.
    –Claramente no, consideré el hecho de que ustedes iban a terminar de todos modos –me respondió–. Y al principio no entendí como es que Liam pudo posiblemente enamorarse de ti, sonaba ridículo que… –suspiró–. Fuiste tú todo el tiempo, no se necesitaba nada más. Sólo mírate, eres hermosa en todo sentido y me di cuenta de ello desde el primer día que te vi en el departamento de Liam en Diciembre hace dos años y me dijiste que era un pervertido por haber hecho un comentario directo sobre tu bonito cuerpo –recordó con una sonrisa–. Claro que supe que eras inalcanzable para mi, sobre todo después de que me enteré de que estabas embarazada.
     –¿Entonces por qué le sugeriste que nos tomáramos un tiempo? –le pregunté.
   –¿No valdría más la pena preguntar por que jamás hice un movimiento sobre ti? –me preguntó–. Jamás me metería con alguien a quien Liam ama, incluso después de que terminaron y hasta el día de ayer, pero tú lo hiciste, tú desataste los sentimientos que todo este tiempo mantuve guardados, ahora dime, ¿cómo demonios se supone que debo olvidarlo?

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Tienen que admitir que esto lo publiqué en tiempo récord para mi. Ok no . _. pero como dije el capítulo pasado, tuve una crisis de personajes y tomé iniciativa de varios capítulos, incluido siempre. Como sea, pobre Mitchell, amar a alguien que jamás vas a poder tener, porque hay que admitirlo, ¿Liam con el hermano del papá de su hija, de su tío? No. Pero Mitchell todavía no obtiene respuesta de Alexandra, así que hay que esperar a ver que pasa con ese par de confundidos. 
Me imagino que estaría sería la reacción de Liam con Mitchell si se llegara a enterar:



Entre otras cosas, salí de vacaciones ¡Por fin! Después de una cansada semana de éxamenes. Ahora a esperar mi iPhone 5 de navidad, ok no . _. Hay que ver que me regalan este año, ¿ustedes no le pidieron nada a "Santa"? Jaja, bueno… ¡Feliz Navidad y Año Nuevo! :) (por adelantado porque seguiré subiendo hasta el 31 de Diciembre si es que el mundo no se acaba antes, ok no . _.)

Y entre oras noticias, respuesta al comentario (sí, comentario porque siempre es sólo un comentario): No me quejo, en realidad fue agradable ver que Tormentos Dulces había vuelto a comentar! :) Muchas gracias, me alegro que provoco alguna clase de emoción con lo que escribo :O No te preocupes con lo de los comentarios, con que sigas leyendo la historia, está perfecto (aunque debo admitir que me encanta recibir opiniones) je je, o debería decir, JO JO JO. MERRY CHRISTMAS (in 7 days. omg)

Y recuerden:


4 comentarios:

Ale dijo...

Me encantoo el cap! Liam y Alexandra... no sé si deberían regresar o no, porque cuanbdo estaban juntos peleaban mucho, peor en parte si porque son tan lindos. Pero Mitcheell y Alexandra, ay.
Que serie es la de la primera imageeen?

Anónimo dijo...

Genial este capitulo!

TormentosDulces dijo...

Tuu Sabes Quee Me Encantaa!!
Y Noo Sabes COmo Comprendii Este Cap!! Es Orrible Amr a Alguien Qee Parecee Inalcanzable Para Ti..... Y Tambien Dee Parte De Alexandra Ver Tantas Promesas Rotas Dee Alguien Quee Dijo Qee Te Amaba!! WOOO Mee Encantoo!!!

A.S. dijo...

Bien, fui defensora de Tony (a quien por cierto extraño, gracias por hacerme encariñar con un personaje) ahora soy de Mitchell...ÉL NECESITA AMOR! (?) Bien... no 'amor' de "TE AMO FILOMENA RODRIGUEZ CERVANTES DEL MONTE OLIVO" no, bueno si y no. Es decir no necesariamente ese tipo de amor...si no alguien que lo quiera o algo así .-.