Liam’s POV
Sábado 01 de Junio
Recuerdo cuando era un niño, tenía ocho o nueve años y
estaba en casa de mi tía por su cumpleaños. Había música y mis otros primos
jugando conmigo, subíamos a las habitaciones y a las camas, agarrábamos las
almohadas y nos golpeábamos con éstas, era divertido. Horas después de jugar
ese día pretendí bajar a la cocina para poder servirme un vaso de agua, pero mi
mamá y mi tía me interceptaron a medio camino y me advirtieron con las mismas
palabras: “Mira, algo está pasando abajo, así que por ninguna circunstancia
pueden bajar a la cocina, quédense arriba y jueguen otro rato.” Me espanté,
pensé que tal vez alguien había muerto o un accidente había ocurrido, y como
todo niño, pregunté el motivo de tal advertencia, y mi mamá me respondió: “El
novio de tu prima le pedirá la bendición a tu tío para casarse, no sabemos cómo
reaccionará porque ya sabes como es él.”
Y sí,
recuerdo cómo era. Sobre-protector con ella. Le dije a mis primos que si todos los papás de las niñas del mundo son así, jamás me casaría porque no lograría tener la bendición de nadie. Debo admitir que ese día estuvo
muy presente en mi mente cuando visité al padre de Kendra para pedir su
bendición, mi papá incluso me dio consejos, me dijo que por suerte nadie iba a
pedir nuestra mano, sé desde siempre que fue “bendecido” con varones, como él
expresa y le alegra no tener que preocuparse de una chica fuera de control que
esté haciendo una mala decisión, aunque si fuera como mi tío, hubiera
reaccionado igual de mal, como si le estuvieran arrebatando o robando a su hija
de las manos, creo que por eso también se llama en algunas ocasiones “pedida de
mano”. Pensé que si todos los papás son como mi tío, debía llevar argumentado, bien
argumentado, el porqué quiero casarme con su ella. Al principio sí estaban
en desacuerdo, ambos, su mamá y papá, pero conforme la planeación avanzó, con o
sin su bendición, lo aceptaron. Incluso una semana antes de la boda que fuimos
a visitarlos, me sentía tan agotado que me recosté en el sofá y cerré los ojos
para descansar, en menos de lo que me di cuenta mi futuro suegro apareció
frente a mí con una cobija y me arropó, como si fuera mi papá. Fue incómodo al
principio, no tenía en claro lo que haría, pero después me sentí bien, fue una
buena señal; y ayer, con el brindis que ofreció en la cena de ensayo, supe que
cuento con su apoyo para todo lo que Kendra y yo podríamos necesitar más
adelante.
Caminé por
los pasillos del pequeño edificio detrás de la iglesia donde los novios y
novias se preparan para la gran hora de profesar sus votos frente a los
invitados en la ceremonia. Entré a mi cuarto para darme un último vistazo en el
espejo. Mi esmoquin en perfecto estado, recogido el día de ayer en la mañana
por mi padrino de boda, Mitchell, con el cual tuve un enorme desacuerdo hace
unas semanas, pero por el bien de todo, lo dejé pasar junto con otras cosas.
Respiré hondo y en el reflejo del espejo vi la puerta de la sala abrirse y un
par de tenis entrando. Me volteé para
ver la llegada de dicha persona y saber quién es.
Alexandra
sonrió al verme y analizó el espacio.
–¿Puedo
pasar? –me preguntó con ingenuidad.
–No creo que
a Kendra le vaya a parecer… –le contesté–. Pero por mí, puedes pasar –le dije–.
Siempre y cuando a lo que vienes sea bueno –le advertí y ella asintió. Me
acerqué a la puerta y ella la cerró detrás de si, después caminó hacia mí.
–No vengo a decirte
que no te cases –me dijo–. Tú también mereces ser feliz y no soy nadie para ti
con el derecho suficiente, si es que alguien lo tiene, para decirte que pienses
en esta decisión. Sólo vengo a decirte que te apoyo con tu casamiento y siempre
lo haré. Creo que es importante que lo sepas ahora antes de que sea muy tarde o
pienses lo contrario de mí –hizo una pausa y sus ojos se humedecieron–. Te
quiero y te aprecio y fuiste una etapa de mi vida sin duda significante, y
finalmente, jamás creí poder decir esto, pero finalmente estoy lista para
dejarte ir –tragó saliva y miró alrededor–. Buena suerte, Liam –me dijo y sin
dejar de mirar, abrió la puerta. La conexión se perdió cuando dejó la estancia,
yo me quedé de pie hasta que fui capaz de reaccionar y me senté en la silla y
bebí del vaso de agua que había sobre la mesa. Agarré el libro de votos que
también estaba encima y mi libreta donde estaba escribiéndolos, la abrí y la
primera página estaba vacía, la segunda también, todas las páginas están vacías
y mi pluma todavía está nueva, sin estrenar desde el día que la compré con el
objetivo de gastar la tinta escribiendo mis votos. Volví a cerrar la libreta y
la dejé sobre la mesa al escuchar el golpe de unos tacones al pisar con la
madera dentro de la habitación. Levanté la mirada ilusionado y me fui forzado a
fingir sorpresa y extrañeza cuando vi a Kendra vestida de blanco y su velo no
tan largo cayendo por su cabello.
–¿Qué estás
haciendo aquí? –le pregunté y me puse de pie para recibirla, pero ella pasó de largo
y se sentó en la silla, así que me volví a sentar yo también–. Dicen que es
mala suerte que el novio vea a la novia en su vestido blanco antes de la boda.
–Yo… –suspiró–.
Estoy nerviosa –admitió–. ¿Y tú? –me preguntó.
–Ansioso
–contesté con sinceridad–. Feliz, también nervioso.
Ella forzó
una sonrisa y asintió, notó mi libreta en la mesa y la hojeó, ese movimiento de
aceptación se volvió lo contrario en segundos y vi unas lagrimas escapar de sus
ojos. Me alarmé, pero no dije o hice nada al respecto, ella sollozó y se limpió
el maquillaje, ahora corrido, de su rostro y se calmó. Yo observé esto con
millones de pensamientos cruzando por mi mente y aún así sin saber qué esperar
a continuación.
Alexandra no
se quedó porque es su graduación de preparatoria. Irá a la universidad después
del verano aquí mismo en la ciudad. Mitchell lo mencionó un día. Me preguntó si
él está con Hailie, o mi mamá, preparándola. Es la niña de las flores.
–¿Hay algo
mal? –pregunté lo obvio cuando me concentré.
–¿Estamos
haciendo lo correcto? –me preguntó.
Pensé que
Byron podría ser mi padrino de bodas, pero él rechazó a la persona que amaba
aquella vez que me lo encontré en el centro comercial, no lo traería aquí para
que juzgara una más de mis relaciones aunque sé que él estaría conforme con
esta. ¿Qué demonios debería importarme? Nos distanciamos, punto final.
–… eso
espero –le contesté vacilando.
–Porque
parece que ninguno de los dos quiere estar aquí –me dijo y me volteó a ver. Por
todo esto, apreté mis labios y fruncí el ceño, preparado para lo siguiente–.
Liam, no puedo casarme contigo –confesó. Sentí como si mi último aliento
hubiera escapado junto con sus palabras, pero después recordé que hay otras
cosas por las cuales seguir respirando por ahora, principalmente para saber el
motivo de su repentina decisión–. Somos los dos. Nos amamos, está claro,
llegamos hasta aquí y créeme, si hubiera dudado en el momento que te
propusiste, jamás hubiera dicho que sí.
–¿Qué
cambió? –me atreví a preguntar.
–Mis
sentimientos hacia ti están en perfecto estado desde el día que nuestra
relación comenzó y confío en ti para que me hagas feliz por el resto de
nuestras vidas, pero no estamos en el tiempo correcto –me respondió–. Esto me
duele tan como a ti porque en serio pensé que estaba lista para esta clase de
compromiso, pero el matrimonio es un paso que me llevaría demasiado lejos y no
me siento preparada para esto. Me acabo de graduar de la universidad, todavía
no consigo un trabajo estable y casarme implicaría innumerables cosas, entre
ellas, aunque me duela decirlo, Hailie –dijo–. Yo adoro a Hailie, es una
pequeña hermosa, cada día se parece más a ti y crece increíblemente rápido,
este año que conviví con ella la llegué a amar como si fuera mía, pero si me
caso contigo… –repitió con pesar–. Si me caso contigo tendré que formar parte
de su formación y tampoco estoy preparada para ello.
Permanecí
callado y la miré sollozar un momento, como si fuera ella la que tiene el
corazón roto en dos, como si fuera ella la que estuviera siendo dejada en el
altar, cuando es ella haciendo todo eso, por eso estoy tan callado, tan
escéptico ante el hecho de que todos estos meses de planeación, los regalos que
los invitados compraron, todos los kilómetros que viajaron, todo el dinero
gastado, y sin reembolso, haya sido en vano, para nada. Pero más lejos que
pérdidas materiales y económicas, ¿qué pasa conmigo, con lo que siento? Con
todo lo que logramos juntos, todo lo que hicimos, todo el tiempo que pasamos.
Me siento
extraño, pero no vacío, me pregunto como veo en el exterior.
–¿Eso es
todo? –le pregunté y ella me volteó a ver extrañada.
–¿A qué te
refieres con que si eso es todo? –me preguntó confundida.
–Parece que
esto fue lo que estuviste practicando en lugar de tus votos –la acusé y me puse
de pie. Miré hacia la ventana, traté de tranquilizarme, ¿pero cómo sería eso
posible?– ¡Tú sabías desde un principio como sería y lo que implicaba! –le
reproché.
–Liam…
–articuló con un nudo en la garganta–. Liam, lo siento tanto…
–¡Tú sabías
el compromiso implicaba a Hailie, no me digas que lo dejaste pasar y que apenas
ayer te diste cuenta de todo! –la acusé enfadado–. Por eso pregunto, ¿eso es
todo? Creo que hay algo más que no me estás diciendo. ¿No vas a afrontar tus
miedos y huirás? ¿Qué te sucede? –le pregunté–. No creo que te des cuenta
cuánto daño estás causando –le dije y ella se puso de pie, trató de acercarse a
mí, pero yo retrocedí con un gesto de disgusto.
Ella
entiende muy bien cómo me siento en este momento, intentar hacerme entrar en
razón es imposible, lo sé, porque no entiendo, simplemente no hay una parte de
mi que logre entender porqué Kendra está haciendo lo que está haciendo, ¿por
qué ahora? ¿Por qué no lo hizo hace seis meses? Kendra se paró frente a mí y me
quedé inmóvil cuando tomó mis manos entre las suyas, sentí como me entregó un
objeto, cerró mi puño y después me soltó. Me ofreció media sonrisa y caminó
hacia la puerta. Me sostuvo la mirada un rato.
–Liam, creo
que tú también sabes el porqué tu libro de votos está vacío –me dijo y abrió la
puerta–. No te preocupes sobre mis cosas, para cuando estés en casa ya nada mío
estará allí –me informó y ni siquiera me volteó a ver una vez más antes de
atravesar la puerta y cerrarla. Salió como si no le importara, indiferente ante
el hecho de que soy yo el que tendrá que avisar la devastadora noticia a los
invitados, la mayoría sus invitados.
Bajé la
mirada y observé mi puño cerrado; lo abrí como si estuviera programado a
hacerlo, pero en realidad me siento ajeno a lo que está pasando. Encontré el
anillo en mi mano y lo contemplé un minuto antes de lanzarlo hacia la ventana,
ni siquiera fue capaz de romper el vidrio, rebotó y cayó al suelo. Yo me dejé
resbalar contra la pared hacia el piso y me quedé sentado ahí alrededor de
quince minutos. El reloj marcó las once en punto y me di cuenta que llevaba
sentado ahí más de veinte. Se supone que en media hora la ceremonia iniciaría.
Será mejor que le avisé a alguien.
Saqué mi
celular y me fui a marcación rápida. Tengo cuatro teléfonos en esa lista,
iniciando con Alexandra, por Hailie, después Kendra, seguido por Mitchell y
terminando con el teléfono de la casa de mis papás. No debería estar perdiendo
el tiempo en esto, pero me di el lujo de entre todo el caos que estaría por
comenzar, borrar a Kendra de la lista, después marqué a Mitchell y se tomó un
tiempo en contestar.
–¿Liam?
–me preguntó–. ¿Qué sucede? ¿Nervios, dudas? ¡Deberías ver aquí, pareciera
que todos los invitados están llegando temprano! Me alegro que haya gente tan
feliz sobre tu casamiento –me informó y yo sentí mi estómago haciéndose un
nudo.
Me aclaré la
garganta y hablé:
–Mitchell,
no habrá boda –le dije.
–¿Qué?
¿Por qué? –me preguntó preocupado y sorprendido al mismo tiempo.
–Kendra
entró a mi habitación, me entregó el anillo y se fue. Me dejó –le expliqué y él
se quedó callado, esperando a que continuara–. Yo también me voy.
–¿A
dónde? –me preguntó alarmado.
–No te
preocupes, veme detrás de la iglesia con Hailie –le ordené y colgué; me puse mi
saco y salí corriendo del cuarto. Buscando por los pasillos, pude encontrar al
papá de Kendra, que después de tantos meses de infierno—y al final aceptación,
como ya había dicho—me trató bien, creo que es hora de algo de venganza.
Me sorprende
como soy capaz de canalizar dolor en furia.
–¿Liam, qué
estás haciendo afuera? –me preguntó–. Deberías estar preparándote.
–¿Has
escuchado esta canción? –le pregunté enojado–. Bueno, imagínate, mientras
práctico mis votos en mi espacio, no puedo evitar escuchar un intercambio de
palabras en el pasillo: “¡Qué hermosa boda! ¡Qué hermosa boda!” le dice una
dama de honor al mozo –el papá de Kendra me observó confundido mientras
avanzaba hacía mi–. “Pues sí,” dice el mozo. “Pero que pena, que pena que la
novia del pobre novio sea una puta.” –el señor se detuvo donde estaba y me miró
ofendido–. Sabe, en otra ocasión hubiera reaccionado diferente, pero debo
admitir que dejaré pasar el insulto por opiniones personales.
–¿De qué
estás hablando? –me preguntó confundido y yo sonreí irónico.
–Estoy hablando
de que quizá quiera hablarle a su hija –le contesté y seguí caminando,
dejándolo solo en el pasillo hasta que yo salí de la iglesia al estacionamiento
detrás. Justo en ese momento Mitchell llegó con Hailie en brazos.
–¡Pa-pá!
–escuché a Hailie decir con felicidad. Está arreglada tan hermosa que sentí
lástima de que fuera a desperdiciar el bonito vestido que llevaba puesto y su
dedicado peinado de rizos dorados. Mitchell me la entregó sin decir nada y nos
miramos unos segundos.
–Lo siento
tanto… –expresó.
–No lo
menciones –le pedí casi audible.
–¿A dónde
irás? –me preguntó.
–Creo que
tomaré ese avión a Riviera Turca –le contesté.
–Tienes un
buen rato para decidir todavía –me replicó y yo medio sonreí.
–Creo que
necesito estas vacaciones, además ya me dieron el permiso en el trabajo, sería
una pena desperdiciar este viaje como otras cosas que se desperdiciaron ahora
que me doy cuenta de que… –hice una pausa con se me formó un nudo en la
garganta. Respiré hondo y traté de controlarme–. No puedo creer que todo se
haya cancelado.
–No creo que
nadie vaya a creerlo –me dijo.
–Por favor,
encárgate de que todos se enteren –le pedí.
–Sí, claro,
le avisaré a mamá –me replicó y yo asentí.
–Entonces me
iré o llegaré tarde –le dije y caminé en sentido contrario a él.
Estacioné la camioneta en el aparcamiento lleno de
coches y bajé a Hailie de su sillita de bebé. Cerré la puerta y miré a mi
alrededor buscando la entrada principal. No había estado en este lugar en un
largo tiempo, pero debí haber estado aquí desde temprano.
–¿Conoces
este lugar? –le pregunté a Hailie y ella asintió con una sonrisa–. Claro que
no, no seas mentirosa, jamás has venido a este lugar –le respondí y ella se me
quedó viendo disgustada–. Aquí es donde mamá estudia, pero pronto irá a otro
lugar –le expliqué.
–¡No!
–exclamó enojada y yo la volteé a ver. Me pregunto qué es lo que ella entenderá
cada vez que hablo sobre algún tema, a qué se debe cuando se siente disgustada
o feliz sobre lo que digo. Ella puso sus manos en mi rostro y yo la bajé al
suelo, la tomé de la mano y caminamos alrededor del edificio para poder llegar
más rápido al estadio del colegio donde se llevan a cabo las ceremonias de
graduación. Recuerdo que la mía fue en el auditorio. Fue un día emocionante,
pensé que me libraría de lo que fuera, tendría libertad, viajara por el país
con mis amigos y volvería para estudiar en la universidad un año después, con
Byron lo teníamos todo planeado, pero mis papás me enviaron directo a la
universidad. Ya no me quejo de ello, fue lo mejor que pudieron hacer,
finalmente me formé allí, crecí y maduré.
Cuando
llegué observé hacia donde los alumnos estaban sentados, acomodados por grupos
o en orden alfabético, no estoy seguro. Traté de localizar a Alexandra, pero
mejor me preocupé por encontrar un lugar entre los familiares de los futuros
graduados, sobre todo me concentré en buscar a los de Alexandra, y al ser
numerosos, fue fácil. Estaban justo en medio y no parecía haber asientos
libres, pero para poder estar en paz de pie, quería entregarle a alguien a
Hailie. Me acerqué a donde estaban y todos se me quedaron viendo.
–¿Liam?
–preguntaron su mamá, su papá y su padrastro al verme, yo forcé una sonrisa.
–¿Qué estás
haciendo aquí? –preguntó su papá y se puso de pie para acercarse a mí, nos
alejamos un poco de los asientos para poder hablar más tranquilamente–. ¿No
deberías estar en tu boda ahora mismo? No creas que tienes mucho tiempo para
llegar, muchacho.
–Si la boda
todavía estuviera en pie, créeme que estaría allí, Steve –le respondí.
Él se quedó
callado un momento y miró hacia el suelo.
–Siento lo
que sea que haya pasado –me replicó como si estuviera dando un pésame.
–Yo también
–acordé y miré hacia los asientos–. Parece que no hay asientos, así que… me
quedaré por aquí, ¿podrías por favor cuidar de Hailie mientras? –le pregunté.
Él asintió y
tomó a Hailie, después se fue a sentar nuevamente y yo me quedé allí escuchando
el discurso de una chica rubia. De las amigas de Alexandra no la recuerdo,
recuerdo a una rubia que fue a visitarla unos meses después de que Hailie
nació, pero no es la misma. Durante este tiempo, estuve con la mirada perdida
en el césped sintético. Miré mi reloj, miré hacia el cielo e incluso me sentí
agotado, pero no por el calor o el cansancio de estar de pie tanto tiempo,
estoy agotado de este día aunque sea temprano. Ni siquiera sé como me siento.
Estoy feliz de estar aquí para verla graduarse, pero de no haber sido por lo
que pasó, estaría felizmente casado en esta hora y en camino a la fiesta para
después tomar un avión hacia mi luna de miel. Necesito distracciones, pareciera
que estoy bien mientras escucho pero sigo atascado en el momento en que ese
anillo que entregué con tanto amor me fue devuelto con nada más que—
Respiro
hondo.
No importa.
Necesito distracciones y la entrega de diplomas ya comenzó, escuché con
atención para ver si podía identificar alguno que otro nombre en la larga lista
de alumnos. Una de las primeras fue ella, por su apellido: Booker, de nombre,
Alexandra Jordan. Nunca la llamo Jordan, ni siquiera lo cuento como su nombre,
no sé si alguien lo haga. Cuando ella pasó, vestida con su toga y birrete, la
vi sonriente, feliz. Yo sonreí aunque sea por ella y aplaudí muy fuerte. No
estoy muy seguro, pero puedo casi afirmar que es la persona que más aplausos
recibirá, tiene a once personas orgullosas. No notó mi presencia y regresó a su
lugar después de recibir su diploma. Me quedé observando a los demás alumnos
hasta que pude identificar a alguien más. Sí, claro que sí, su amiga Jade, creo,
se paró a recibir su diploma orgullosa y regresó rápidamente a su lugar,
también le aplaudí. La chica que ofreció el discurso pasó en la K y la rubia
que yo conozco en la R, por Richer, Emma. No he hablado con las amigas de Alex
más que pocas palabras, pero sé que ellas saben más de mí por lo que Alexandra
les ha dicho. Me pregunto qué.
El director
habló unas últimas palabras y cuando terminó, todos tuvieron la oportunidad de
lanzar su birrete alto en el aire. Los papás se pusieron de pie y caminaron
rápidamente a los recién graduados, yo miré al papá de Alexandra acercarse a
ella, y noté su cara de sorpresa al ver a Hailie, esperé unos minutos y cuando
su papá terminó de explicarle, supongo yo, me volteó a ver con preocupación.
Desde lejos lo único que hice fue encogerme en hombros. Ella intentó acercarse
a mí, pero se vio acorralada en con la familia de su mamá y todos su hermanos.
Esperé un largo tiempo hasta que sentí a alguien tocar mi hombro, volteé y era
ella. Me miró con lástima y no dijo ni una palabra, simplemente me abrazó, yo
le devolví el abrazo aún más fuerte. Un nudo se formó en mi garganta y tuve que
alejarme.
–Lo siento
tanto, Liam –me dijo–. No puedo… no puedo imaginarme como te estás sintiendo
justo ahora –miró hacia el suelo y después levantó la mirada–. Pero te
agradezco que a pesar de todo eso estés aquí –continuó–. Significa demasiado
para mí.
–No siento
que esté en el lugar equivocado –le repliqué–. Tal vez aquí es donde debí estar
desde el principio, sólo no me había dado cuenta –expliqué y ella asintió.
–¿A qué te
refieres? –me preguntó y yo me rasqué el cuello mientras pensaba.
–Sí,
Alexandra, sabes como siempre hablo de los errores que he hecho en esta vida y
siempre te dejo a ti y a Hailie a un lado porque en el fondo sé que ustedes
están destinadas a quedarse en mi vida y Kendra es el mayor error que pude
cometer, pero pasó por algo y quiero creer que el tiempo que pasamos juntos no
fue en vano –le respondí y ella se quedó callada, esperando más–. Seguro la
quiero, estaba dispuesto a casarme con ella, pero cuando entraste en el cuarto
a decirme que me apoyabas a pesar de todo, el hecho de que te hayas tomado el
tiempo de pasar a decirme eso me hizo darme cuenta de muchas cosas, creo que
por eso no estoy tan destrozado, aunque no signifique que no haya sido un gran
golpe para mí –continué pero sigo sin poder explicarme, así que me detuve allí.
–¿Podrías
ser un poco más específico? –me preguntó con media sonrisa, como si fuera un
juego, yo también sonreí, aunque le tengo que dejar en claro que hablo en
serio.
–No fui
capaz de desmentir el hecho de que todavía te amo la otra noche en el baile
porque muy el fondo sabía que estaba mal el que mi boda se acercara y mi libro
de votos estuviera vacío porque cada vez que me animaba a escribir, cada
pensamiento que me inspiraba, cada palabra parecían estar dedicadas a ti y
hasta hoy en la mañana no fui capaz de continuar –le expliqué–. Si quieres que
lo diga en menos palabras sólo pídelo.
–Dímelo en
menos palabras, tan corta la oración como puedas –me pidió.
Yo sonreí y
respiré hondo para animarme a decir lo que había estado suprimiendo.
–Eres tú a
la que he estado amando durante todo este tiempo –confesé–. Y casi te pierdo
–recordé con un nudo en la garganta. Mis ojos y los de Alexandra se
enrojecieron–. En realidad, no sé si te perdí o no, no sé si estás dispuesta a
tomar esta parte despedaza de mí para repararla con tu amor –le dije y Alexandra sonrió–. Lo que me pasó hoy fue muy fuerte, independientemente de lo
que siento por ti, estoy muy herido, pero sé que tú harías las cosas más
sencillas de lo que nunca fueron entre nosotros.
Ella me miró
un momento y cabeceó.
–Liam, en
realidad me entristece que tuviste que llegar al punto de que te dejaran en el
altar para darte cuenta de todo esto. Espero que la manera en que te sientes no
afecte la veracidad de todo lo que estás diciendo, porque sería realmente
decepcionante saber que me quieres, como tu dijiste, para facilitarte las cosas
–me replicó.
–¿Qué? –le
pregunté–. Jamás haría eso –le dije y me quedé callado un momento–. No.
Alexandra
asintió lentamente, pero poco convencida de mis palabras.
–Liam, creo
que esto te tomará tiempo superar, más que una hora o dos –me dijo–. Me refiero
a que, mírate, estás aquí, vistiendo un esmoquin, después de que tu novia te
dejó en el altar, tratando de convencer a tu antigua pareja de regresar
contigo, está mal –hizo una pausa y suspiró–. Creo que lo mejor sería si te
tomaras un descanso para superarlo.
–Estaba
pensando en ir a mi luna de miel solo, después de todo, ya está pagada –le
platiqué–. Pero puedes venir conmigo, más bien, deberías venir conmigo y
Hailie, juntos de vacaciones, quince días en la Riviera Turca –le ofrecí y ella
sonrió–. Como una familia.
–De nuevo,
Liam, necesitas un tiempo a solas para pensar –me rechazó y yo miré hacia el
suelo decepcionado–. Ve, diviértete, relájate. Recuerda que te quiero y estaré
aquí cuando me necesites… en caso de que me necesites, puedes llamar –yo asentó
y ella me agarró de las manos, las apretó y me sonrió–. Entonces te veo en dos
semanas –se despidió y se alejó.
Cuando llegué a casa, abrí la puerta esperando lo
peor, lo encontré. Kendra estaba a punto de salir cuando yo entré. Tenía sus
maletas en mano y estaba dejando la llave de la casa en la mesa del comedor
cuando la sorprendí, ya se había cambiado de ropa. No como yo.
–Liam
–pronunció–. Pensé que estarías en otro lado, pensé que tardarías más –me dijo
y yo caminé hacia mi cuarto–. Ey, ¿piensas en tomar ese vuelo? –me preguntó y
yo me detuve en el marco de la puerta, callado, dándole la espalda–. Está bien
si lo haces, lo mereces.
–Sé que sí
–le repliqué–. Es por eso que iré –le contesté.
–Espero que
lo disfrutes –me dijo y la escuché caminar hacia la puerta.
–¿Cómo
podré? –le pregunté–. Arruinaste el que hubiera sido el mejor día de mi vida.
–No te
mientas, Liam –me replicó–. Ese siempre ha sido tu gran problema, no puedes ver
la verdad de las cosas, siempre hay algo más que te ciega –me dijo–. En este
caso, yo era lo que te estuvo cegando todo este tiempo y sé que tú lo sabes.
–Sí, la
verdad es que tú me cegaste por más de un año –dije.
–Bueno, me
alegro de que por fin hayas encontrado tu camino fuera de este engaño –dijo y
abrió la puerta–. No espero volverte a ver Liam, pero si alguna vez lo hago, de
todo corazón, espero encontrarte feliz con la persona que en realidad amas.
–Lo
mismo digo –le repliqué y esperé un minuto, fue lo que le tomó para arrastrar
sus maletas fuera de mi departamento y cerrar la puerta detrás de ella–. Lo
mismo digo –repetí en voz baja.
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Chan chan chan chan chan chan chan.
Ustedes creyeron que iba a dejar que Liam se casara?
Nah. Este va para Rommy, jaja.
Por cierto, la canción que Liam le dice al papá es: I Write Sins, Not Tragedies de Panic! At The Disco. (nombres muy largos para todo . _.)
Por cierto, la canción que Liam le dice al papá es: I Write Sins, Not Tragedies de Panic! At The Disco. (nombres muy largos para todo . _.)
Publiqué un poco más rápido de lo normal, deben saber que ya lo tenía más o menos escrito desde hace más de un mes. (Esta es una página de 6, es decir, lo tenía ya casi todo escrito desde siempre, solo lo corregí un poco.) Perdonen mi uñas mal pintadas . _.
Rommy: Lo sé, Hunter va por mal camino, es un poco tarde para que se retracte de todo lo que ha hecho, pero bueno, veremos como van las cosas por allí y con Emma. Además, se metió en eso porque necesitaba el dinero con rapidez, su primo no le dio otra opción más que estar con él o con nadie (lo que más o menos suena como una amenza de alto nivel) y sí, su primo tiene un carácter difícil de soportar. Jaja, complicadamente fantastico, gracias ;) Y la parejita está estable, no te preocupes de ello… por ahora.
Esperen capítulo pronto.
Y una cosilla rápida para las que leen siempre hasta el final.
Me duele decir esto, pero se acuerdan que hace mucho les dije que la nove se acercaba a su
fin y estaba pensando en hacer un spin-off the la misma, bueno, pues *suspiros* Pues ahora sí es verdad, no quiero llenarlas de spoilers, pero estamos en las últimas. Así que disfruten la historia tanto como yo y estén atentas :)
las quiero.
7 comentarios:
Simplemente lo amo... sabia que Liam no se iba a casar. Y estoy tan contenta por eso, peor no puede ir con Alexandra asi nomas, que no la haaga sufrir! Y Kendra nunca me cayo bien.
No quiero que haya un finaaaal :(
Besitoos.
Alexandra + Liam = PAREJA FAVORITA! Enormemente hermosos :'D Desde ayer estaba poniendome al día con los capítulos y pues.. Justo cuando me dio cosita porque había llegado al 81, PUBLICASTE EL 82 *-* Jajaja!
A ver con qué más nos sorprendes.. Espero no causes más mini infartos con cosas estilo el casamiento de Liam u_u
Saludos desde Venezuela! :D
Jntos! Juntos! Van a estar juntos '8 (bailecito de felicidad) espero que no haya problemas. Me alegro taaaaanto de que no se casasen. Me hiciste alegrarme mucho.
Y ahora disculpas por andar desaparecida, pero demasiada fiesta he tenido. Pero bueno estare comentando siempre que pueda.
Me da pena que se vaya acabando, no me gusta cuando pasan estas cosas. Es como cuando se acabo la saga Crepusculo.
Besos
Disculpa por no comentar pero comencé las clases este lunes SI ESTE LUNES :( y estoy ya con tareas hoy es martes y tengo tarea! tendría que estar haciendo el parte del proyecto pero.... TE ESTOY COMENTANDO
Ya es el último año que se jodan los profesores!
Okey termino aquí y lo hago!
Sabes que te quiero? que bella TENGO EL PREMIO POR EL COMENTARIO MAS GRANDE EN EL BLOG! perras y no tengo ningún blog! eso es admirable! (APLAUSOS PARA MI) ME ENCANTO
*LET ME LOVE YOU* JAJAJAJAJAJA! así estamos :/! me encanto la canción que me cantaste! (daaah! las canciones se cantan andrea) es el detalle mas genial que han tenido para conmigo :'( que bella! guapa! es lo mas lindo que me han dedicado :'( jojana! que loca!
yo no me se ninguna de las 2 versiones :D jajaja!
Bueno la verdad te quería comentar porque casi me da otro ataque a mi corazoncito cuando leí
Chan chan chan chaaaaaaan!
¿TE REGALARON UN AIFON CINCO UN AIFON CINCOOOOOOOOO UN AAAIIIFFFOOONN CCIIINNNCCCOOOOOOOOOOOOOOOO?
Donde carajos vives dame tu dirección YA! yo necesito saber si tus papas me quieren adoptar o seaaaa! UN AIFON CINCO no te creo sister! un iPhone 5 cuenta muchoooo AQUÍ! son 19.999 millones aquí en dólares es 4.6478$ en
El peso
Mexicano cuenta 59.3063 es mucho!
Es lo que está costando más o menos aquí! gracias al quien esté gobernando este país en estos momentos ni sabemos :D
O sea que ángeles son tus padres? que te regalan eso está navidad más un cachorro y un tv? jajajaja ok no! no me quejo yo también me quiero conseguir un novio como tony
YA ACABARAS CON LA NOVEEE? :'( nooooooo ahora que leeré?? <--- tono del chapulín colorado ;) (Bueno aparte de rommy) no quiero que acabe :( ya tony no saldrá???Y a la hermosiisisisima Andrea tampoco? jajajajajaja!
Bueno nena! hasta aquí llego yo! encantas tus uñas *--*! me hare ese maniquiuuuuuRRRRRR! JAJAJAJA! cuídate mucho! Hacer tareas :D TE QUIERO sister peace and love! 342 palabras :*
OH POR EL AMOR DE TODO LOS DIOSES DEL OLIMPO!!!!! MAR TE AMOOOOOO! *-*
OOOOOOH MI DIOS!
¡LO SABÍA! ¡LO SABÍA! ¡LO SABÍA! ♥
OOOH SIII! ♥ _________________ ♥
Te juro que estaba llorando ya con el título D: Me decía "no, no, no... tiene que se broma, ¡no puedo haber boda! D: D: y después cuando aparece Alexandra ._______. Fue como : ¡Esta es la oportunidad! ¡Aquí él se da cuenta de que todo esta mal! *-* alsjaskla! Y NO. D: D:. ¡Y después que ella le dice que lo dejará ir! :C oooooooooooooooooooooooooooooh! morí en ese segundo o.O !!!
Pero después cuando aparece esa estúpida-mal nacida-imbécil de Kendra :D Oh sí la amo tanto a ella *-* ¬¬' Bitchh!!
¿De verdad? D: ¡Osea Helloooo! D: ¿Como pudo hacerle eso? o.O De verdad es muy cierto lo que dice Liam de como no se dio cuenta antes lo que estaba haciendo o.O ¡Vamos! ¬¬' Realmente estúpida ¬¬' Y más encima parecía como si no le doliera en lo más mínimo a pesar de sus lágrima y bla bla bla.. D:
Pero lo que más rabia me da D: ... ¡es que el maldito de Liam tuvo que esperar ese momento para darse cuenta de todo! ¬¬ aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarg! ¡HOMBRES! ¬¬' ¿quién los entiende? D: Su maldita esposa tuvo que decirle que no y él dice "Oh, dios" He descubierto que no te amo a ti sino a otra" D: ¬¬' Imbécil.
¡PERO DA LO MISMO! :D :D ♥
¡AMA A ALEXANDRAAAA!
¡OH DIOS LA A AMADO TODO ESTE TIEMPOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ♥ *-*
LSDASKDSJKDHSDXBKSJDHASD ♥ ♥ !!!
OH SI OH SI OOOOH SIII!
TE AMO LIAAAAAM! TE DARÍA 23948783432 HIJOS! :$ LAKJSADD ♥ ! yo no he dicho eso .-.
Pero lo mejor de todo, fue la respuestas de Alex :) ¡Que sabia es esta chicha! :D Fue realmente excelente que ella no se le hubiera lanzado a los brazos ¡Excelente, Mar! *-* Es mejor que él tome un tiempo, y después vuelva a decir todo de nuevo así yo puedo disfrutar de otro cap tan lindo como este! ♥ ;) jajajajaa!
¡¿HACE MÁS DE UN MES QUE ESTABA ESCRITO?! D: Tú de verdad me estabas torturando, eh? >< alsjaksjakjasd :D!
LO AMÉ, MAR!
DEBES ESTAR RE SEGURA DE ESO INCLUSO ANTES DE PUBLICARLO! :$
ME ENCANTÓ, ME FASCINÓ, ME MOVIÓ EL PISO XD ALKSJKSJKA :D!
OH NO! :C
¿YA VIENE SU FIN? :C
Este momento es como de esos que sabes que vienen pero haces lo que puedes para no pensar que vienen (o.O que mierda dije ?)
aasdsadfsdfvsdj S: !
Uf, que heaaavyyy .. /: ... oh shit! ¡QUE HEAVVY! D:
Bueno, tendré que dejar mi caja de pañuelos a manos entonces :C
TEAM ALEXANDRA & LIAM ! ♥
OH YEAH BITCH!
KEEP CALM AND LOVE ALEX & LIAM! ♥
ALSJAKSDJSKDJSA :D!
Abrazo de oso! *-*
1.2.3.4.5, Milagros respira. Y respire, bueno eso es exactamente lo que esta pasando hasta incluso tengo los ojos medios llorosos.
POR EL AMOR DE TODOS LOS SANTOS. MY FUCKING GOD. OH MY GOSH. OK. SHORO.
Mar, te amo, te amo, te amo, please. Es que si bien me hubiera encantado algo de Alex con Mitchell, LA RELACION ERA LIAM Y ALEX, PUNTO.
No puedo creer que Kendra lo haya dejado, que gran esta chica. Tiene toda mi gratitud, t o d a.
Mi parte favorita, esta mas que decir, que fue esta:
"¿Has escuchado esta canción? –le pregunté enojado–. Bueno, imagínate, mientras práctico mis votos en mi espacio, no puedo evitar escuchar un intercambio de palabras en el pasillo: “¡Qué hermosa boda! ¡Qué hermosa boda!” le dice una dama de honor al mozo –el papá de Kendra me observó confundido mientras avanzaba hacía mi–. “Pues sí,” dice el mozo. “Pero que pena, que pena que la novia del pobre novio sea una puta.” –el señor se detuvo donde estaba y me miró ofendido–. Sabe, en otra ocasión hubiera reaccionado diferente, pero debo admitir que dejaré pasar el insulto por opiniones personales."
GENIAL, G E N I A L I D A D de dialogo, yo lo re tkm a Liam.
Enserio, me encanto todo el capitulo. Aunque estoy un poco enojada con Alex, jajaja, no fue con él. HOLA. Aunque estuvo perfecto, me pareció genial que no lo acompañara, tienen que tomarse todo con calma, y espero que todo salga perfecto. TODO TIENE QUE SALIR P E R F E C T O.
Este capitulo en definitiva entra en mi TOP 10 de capítulos favoritos, YEAH BABE!
En realidad, no quiero que termine la historia, pero se que va a terminar en algún momento y nos vas a deleitar con algo genial. Y bueno, estoy alterada por el capitulo, lo ame, enserio.
Acabo de darme cuenta que no leí el capitulo de Hunter,OMG. Hunter, MI HUNTER, ya voy a leerlo y lo comento, si? que andes genial Mar,te adoro!
Te odio. te odio te odio te odio te odio te odio te odio no es cierto te amo te amo te amo te amo te amo
sjdhbfaksdksak NO PUEDO CON MIS SENTIMIENTOS AHORA MISMO. askdhbafjkasd
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