Hunter’s POV
Sábado 25 de Mayo
Axel tiene derecho a desaparecer por un tiempo, pero
llevar con él para desaparecer juntos no es algo con lo que esté de acuerdo,
sobre todo ahora que estoy a punto de terminar el colegio y necesito mantener
mis calificaciones altas si quiero ingresar a la universidad. Pero el
campamento de graduación resulto ser la misma semana en que fui reclutado, esa
fue la palabra que Axel utilizó cuando me llamó. No soy el único que no irá,
Alexander faltará porque quiere pasar los últimos días con su papá, junto a
Regan, y Meghan no quiso ir sin él. Alexandra se quedará con Hailie, y Emma no
es una persona del exterior, así que se quedó en casa. Lo que significa que me
buscaría el día de hoy, por lo que dejé mi celular en casa. ¿Y dónde estoy
exactamente? No tengo ni la mínima idea.
–¿Qué
hacemos aquí? –le pregunté a Axel cuando me obligó a bajar de la camioneta
frente a un edificio que parecía ser una fabrica activa en la zona industrial
de la ciudad.
–Bueno, te
presento a mi bebé –me dijo y encaró el edificio con una sonrisa–. Hunter, el
dinero tiene que provenir de algún lado y no de la nada, así que este es mi
trabajo, mi creación entre otras cosas –me explicó y me volteó a ver–. Y
estamos aquí para llevar a caba una tortura en busca de la verdad –respondió y
ordenó con un movimiento de cabeza a sus hombres que entraran, él los siguió y
no me quedó otra cosa más que imitarlos–. Verás, te daría un tour por el lugar,
pero no tenemos mucho tiempo, este tipo debe estar buscando la manera de salir
de aquí o comunicarse con su cómplice, así que lo haremos rápido.
–¿Matáremos
a alguien? –le pregunté alarmado y mi respiración se agitó.
–Sólo si es
necesario, lo más probable es que sí –me contestó y se encogió de hombros–.
Nadie me roba y nadie me miente sin sufrir las consecuencias, me encantaría que
te quede esto claro –me advirtió y siguió caminando, entramos a la zona de
carga, había cajas sobre cajas, trailers con la parte trasera abierta y
cargados a la mitad.
–¿Aquí
también guardas tu droga? –le pregunté.
–¿Crees que
soy estúpido? –me preguntó ofendido.
No respondí
y me concentré más en los gemidos del hombre amordazado y amarrado de manos y
tobillos a una silla en medio de todo el espacio. Los demás hombres se formaron
alrededor de él y Axel se posó frente a él, se acercó y le arrancó la cinta que
le impedía hablar. El hombre gritó de dolor y comenzó a respirar agitado. Tenía
sangre escurrida por su nariz y de su frente. Iniciaron sin Axel, no lograron
nada.
–¿Cuál es tu
nombre? –le preguntó Axel y se cruzó de brazos. El hombre permaneció callado–.
¿Sabes quién soy? –le preguntó y el hombre cabeceó en gesto negativo. Axel
sonrió y desvió la mirada un poco–. Soy el hombre al que le has estado robando,
y créeme, no dudaré en matarte como él –dijo y me señaló, yo lo miré
confundido–. Sí, él es mi protegido, ¿sabes? Como tú, es joven como tú, comete
errores como tú, pero no es imbécil como tú, y él en realidad sabe lo que hace
cuando convive con el equipo contrario –le platicó y el hombre me volteó a ver.
Observándolo bien, no es tanto un hombre, es un muchacho.
–Nadie es mi
“mentor” –le replicó el chico, rompiendo su silencio.
–No sabes
mentir, das pena –le replicó Axel y se acercó a él, colocando su rostro a unos
cuantos centímetros del de él–. Niño, mejor dime quien es tu socio y te dejaré
salir de aquí con vida y una amenaza no negociable –le dijo y él chico lo miró
con temor.
–Donovan
–soltó el chico de golpe–. Se hace llamar Donovan.
–¿Y quién es
Donovan? ¿Dónde lo puedo encontrar? –le preguntó Axel más atento y alejándose
un poco–. ¿Es un vendedor, traficante, expendedor?
–Creo que es
un expendedor… traficante –vaciló el chico nervioso–. No lo sé, lo juro. Lo
puedes encontrar en Compton por las noches, pero no tiene un lugar específico
de operar, por eso se me complica encontrarlo –le informó el chico.
–Mira, te
dejaré libre –le replicó Axel–. No eres el principal culpable aquí, pero sé que
el principal traidor está en esta habitación –dijo y volteó a ver a sus
hombres–. Zack, ¿quién de estos hombres es el que te estuvo vendiendo? –le
preguntó.
–¿Cómo sabes
mi nombre? –le preguntó el chico sorprendido.
Axel lo
volteó a ver con una sonrisa para tratar de ocultar su desesperación.
–Te pregunté
algo –le replicó y el chico comenzó a agitar su pie de arriba a bajo, nervioso,
comenzó a rascar el brazo de la silla con sus uñas y miró hacia abajo.
–El segundo
a la izquierda –le respondió el chico, Zack.
–¿Estás
diciendo la verdad? –le preguntó Axel y él chico asintió–. Porque si me entero
de que maté a uno de mis hombres por una mentira que tú dijiste, iré y te
mataré mientras duermes –le advirtió y el chico volvió a asentir–. Muy bien,
entonces… –suspiró–. Prescott y Garrett, encárguense de Fisher. Jaime, trae a
Zack, los demás, síganme –ordenó y abandonó la habitación rápidamente. Yo me
quedé de pie mientras observaba a tres hombres más salir con Axel, a otros dos
acorralando al tal Fisher y Zack mirándome del otro lado del cuarto.
Me acerqué
temeroso a Zack y agarré la cinta que estaba a su lado, él me miró espantado
mientras volvía a amordazarlo y comenzó a emitir gemidos otra vez, tratando de
hablar. Suspiré y corté las sogas que amarraban sus manos y tobillos con una
navaja y tan rápido como él se puso de pie para defenderse, me alerté y jalé su
brazo hacia atrás y lo coloqué contra su espalda, el casi cae al suelo, pero lo
ayudé a recuperarse.
–Lo siento
tanto –le dije con sinceridad y él comenzó a hacer ruidos. Lo ignoré y seguí la
dirección por donde vi que Axel se fue, afuera estaban esperándome y separaron
al chico de mí. Por algún motivo no lo quise dejar ir, pero Axel me forzó a
soltarlo.
–¡No le
puedes hacer nada! –le rogué y él me volteó a ver confundido.
–Claro que
puedo –me replicó con un bufido y subió a su camioneta–. ¿Vienes o te quedas?
–me preguntó y yo me tomé mi tiempo para seguirlo, cuando lo hice, dos hombres
subieron a Zack y cerraron la puerta, después los mismos dos subieron en los asientos
de adelante y pusieron la camioneta en marcha–. ¿Hunter estás bien? –me
preguntó.
–¿Qué te
hace creer que lo estoy? –le pregunté enojado–.
¡Claro que no lo estoy! ¡Ni siquiera sé el motivo por el cuál estoy en
esta camioneta! –le grité y él sonrió.
–Tienes que
ver esto –me replicó–. Tienes que saber a lo que te enfrentas.
–Pero no
quiero verlo, yo no me uní a ti para esto –objeté desesperado.
–Sí, lo
hiciste –me replicó harto–. Aprenderás, somos narcotraficantes, tenemos que
cuidarnos, cuidar a los nuestros, eliminar a la competencia y a los que
traicionan, y así es como yo trabajo. Este niño no hizo nada más que su
trabajo, él sabía que el producto provenía de un equipo contrario, más nunca se
involucró directamente con nosotros más de lo que hizo Fisher, Fisher sabía que
nos estaba robando, dio la droga a otro equipo que la vendió a un precio más
alto y él se quedó con todas las ganancias, así no es como funcionan las cosas.
–¿Y no podías
simplemente despedirlo? –le pregunté y él rió.
–¿Despedirlo?
–preguntó en un bufido–. Hunter, no le pagaba cada quince días o al mes, es
porcentaje de las ganancias y él lo dejó pasar por alto, tú deberías saber
esto. Además, no sé cuánto le dijo al otro sobre nosotros, tal vez ya saben
nuestra manera de trabajar.
–¿Entonces
lo matas? –le pregunté sorprendido–. Simplemente dile que no puede seguir
haciendo “negocios” contigo y jamás lo vuelvas a contactar –sugerí.
–Hunter, por
favor, cállate, me estás haciendo perder la paciencia –me replicó.
Los treinta
minutos que hicimos hasta Compton estuvieron llenos de tensión y enojo, odio,
desesperación y confusión. ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué está haciendo él? ¿Qué
hará cuando sepa quién es Donovan? ¿Lo matará? No lo sé. Cuando llegamos a
Compton le arrancaron la cinta de la boca a Zack y lo colocaron en el asiento
al lado de la ventana para que revisara las calles mientras conducíamos por
ahí, pero está oscuro. Axel lo presionó demasiado, condujimos por todas las
calles, e incluso regresamos por algunas hasta que paramos en una estación de
gas para cargar el tanque.
–¡Es él!
–exclamó Zack y se pegó a la ventana polarizada para poder ver mejor.
–¿Donovan?
–preguntó Axel y lo empujó a un lado para poder ver por la ventana–. El
desgraciado hijo de puta –murmuró y se alejó para acomodarse en su lugar.
–¿Qué?
–pregunté confundido y me asomé para poder verlo.
–Claro que
sí –me contestó–. Su maldito nombre es Rick, hazme el favor. Lo conocí en los
tiempos que comencé allá por San Francisco, era mi compañero, éramos mejores
amigos, no puedo creer que después de tantos años negocios sucios fueran los
que me reunirían con él –suspiró y se quedó pensando un momento–. Quiero decir,
tuvimos unos problemas de interés, por eso nos separamos, no terminó bien. Fui
yo quien huyó lejos de él.
–¿Y qué está
haciendo en Los Angeles? –pregunté.
–Probablemente
tuvo problemas en el paraíso y tuvo que correr –me respondió.
–¿Entonces
que harás con él? –le pregunté y Axel vaciló.
–Zack, ven
conmigo, Jaime, al volante, Wes, Stanton, vengan conmigo –repartió de nuevo las
posiciones de cada quien–. Más te vale ser un as en el volante –me advirtió,
esta vez decidí no quejarme. Quedarme aquí debe ser mejor que estar allá
afuera. Hicimos un intercambio rápido dentro del automóvil y una vez que el
tanque se cargó por completo, pagamos, como buenos ciudadanos, y me moví hasta
un callejón oscuro cerca de la ubicación de Donovan. Estacioné y puse el motor
en reposo.
Wes y
Stanton bajaron de la camioneta y bajaron a la fuerza a Zack, maltratándolo con
cada movimiento que realizaban. Me limité a mirar por los espejos y enfoqué mi
vista en el volante. No quiero saber lo que ocurrirá. Cerré todas las ventanas.
Sentía como si el latido de mi corazón fuera en aumento conforme el tiempo
transcurría y no regresaban a la camioneta. Tragué saliva y prendí mi celular,
revisé viejos mensajes e incluso me atreví a jugar un tiempo, pero lo dejé caer
todo cuando abrieron abruptamente las puertas gritando. Lo único que pude hacer
fue por lo que estuve esperando todo este rato, arranqué la camioneta y, fuera
de mi mismo, conduje a toda velocidad sin punto de llegada fijo.
–¿A dónde
mierda estás yendo? –me preguntó Axel enojado.
–¿Qué pasó?
–pregunté agitado sin perder la vista del camino. Mis músculos están tensos,
concentrados en dirigir bien el volante–. ¿¡Qué pasó!? –pregunté.
–Apunto un
arma hacia mí –murmuró Zack, en shock.
–¿Estás
bien? –le pregunté alarmado y lo miré por el espejo retrovisor. Zack estaba tan
quieto como una roca, con los ojos perdidos al frente.
–Lo mataron
–pronunció y fue suficiente para mí.
–¡Estoy que
me lleva! –grité y detuve la camioneta en seco.
–¿Pero qué
mierda estás haciendo? –me preguntó Axel.
–¡Cierra el
maldito hocico! –le grité y me bajé de la camioneta, azoté la puerta y caminé
para alejarme de allí. Escuché como alguien también bajó y cerró la puerta–.
¡No te atrevas a seguirme! –le advertí a quién fuera y continué caminando–.
¿Sabes qué? Cambio de planes –le dije mientras me acercaba a él–. ¿Qué putas
estás haciendo? –le pregunté mientras lo empujaba de los hombros–. ¿Cuál es tu
maldito problema? ¡Me traes aquí para convertirme en un cómplice de un
homicidio? ¡Sabías lo que pasaría!
–¡Hunter, lo
siento! –me gritó Axel desesperado–. Lo siento –sentenció una vez más.
–Eres un
homicida –pronuncié–. Apuesto a que ni siquiera dudaste –lo acusé. Él miró
hacia el suelo avergonzado y yo asentí–. Simplemente estáte lejos de mí, no te
quiero volver a verte cerca de mí jamás –le dije y caminé en dirección
contraria.
–Sí, no dudé
ni un sólo segundo –me replicó–. Pero era su vida o la de Zack –continuó y yo
paré de caminar, lo volteé a ver para darle una oportunidad de dar su versión
de la historia, si resulta ser convincente, iré con Zack para comprobarlo–. El
niño sabe demasiado de esa banda, debe ser como tú. Pero la protección no lo
hace menos susceptible a la verdad, tú escuchaste, tuvo dos opciones: hablar lo
que sabe o lo mataríamos, y como estaba indefenso y sin contacto eligió la
opción que más le convino en ese momento; Donovan, enterado de esto,
lógicamente prefirió matarlo que dejarlo ir –me explicó.
–Pero no
pueden dejarlo ir ahora, irá directo con los demás –le dije.
–No creo que
sea tan estúpido –me replicó–. ¿Acaso crees que aquí hay chismosos, que hay
colegas? –me preguntó ridiculizando la frase–. Claro que no, eso no sirve de
nada. El que ofrezca mejor protección e ingreso monetario se queda con la
carnada, no hay nada de relaciones sociales que incluyan afecto real hacia una
persona a esta altura del partido; es por eso que cada vez me doy cuenta de que
no estás hecho para esto, no hay tiempo de pensar en los demás, sólo en ti –me
dijo–. Lamento que tenga que ser de esta manera, pero tengo que hacerte entender
que si tú hubieras sido Zack y yo Donovan, no hubiera dudado un sólo segundo en
apuntar un arma directo a tu cabeza.
Yo asentí y
le di la espalda para poder controlar mi enojo.
–Entonces ya
no quiero trabajar contigo –le dije.
–Lo siento,
no es una opción –me replicó–. Te lo dije antes y te lo vuelvo a repetir, estás
conmigo o simplemente no estás en ningún lado –yo me quedé callado y él decidió
proseguir–. Oye, yo también tengo miedo –admitió–. Estas cosas me ponen los
nervios de punta, la piel de gallina, no importa cuan ridículo suene para una
persona como yo, pero si no hago esto, mi negocio corre riesgo, si no actúo
primero, corro riesgo –dijo y yo asentí.
–¿No lo
entiendes, verdad? –le pregunté impacientado y lo volteé–. ¡No todo es sobre ti
y sobre lo que necesitas! –le grité–. ¿Qué hay sobre mí? –le pregunté–. ¿Qué
tal si ese grupo viene detrás de nosotros porque matamos a su jefe? ¡Estoy
involucrado! –exclamé desesperado–. Y sé que tú no tienes nada que
perder, pero yo sí –le reproché.
Él sonrió
con ironía mientras miraba hacia el suelo.
–Tengo más
que perder de lo que te imaginas –objetó y se dio media vuelta para
caminar hacia la camioneta y antes de subir, me volteó a ver–. Acabas de perder
tu transporte a casa. Llámame cuando por fin entiendas la posición incambiable
en la que te encuentras y la aceptes con la madurez que esto requiere –me
advirtió y subió. La camioneta arrancó unos segundos después y desapareció de
mi vista a unos cuantos metros en la oscuridad. Yo me quedé de pie sin hacer
nada. Me dejó sólo en aquella calle que ni siquiera conozco.
–¡Joder! –exclamé mientras subía los tres peldaños del
porche de la casa de Emma. La luz me cegó después de la pequeña siesta que tomé
durante el viaje en Taxi de Compton a su casa. Treinta minutos de perfecta
concentración y planeación sobre cómo le diré en lo que estoy involucrado. La
llamé y le avisé que iría para que me esperara cerca y no tuviera que tocar
para despertar a sus papás a tremenda hora, para mi suerte, ella está siempre
despierta tarde y no se disgustó–. Mierda, mierda, mierda –murmuré cuando vi
desde la ventana la sombra de Emma atravesar la sala y llegar hasta la puerta.
–¿Quieres
pasar? –me preguntó.
–No quiero,
pero necesito –le contesté.
–Hunter,
¿estás bien? –me preguntó preocupada, con el mismo tono de voz con el cual
contestó cuando le llamé tan tarde. Me abrió el paso y yo entré a su casa,
señalé las escaleras, como pidiendo permiso para subir a la habitación y ella
asintió con una sonrisa cálida mientras cerraba la puerta, y silencioso,
proseguí a su recámara, ella se me unió unos segundos después y cerró la puerta
de su cuarto con cuidado, después me volteó a ver–. ¿Qué pasa? –me preguntó
nuevamente y yo me tumbé en la cama, sin preocuparme por el ruido.
–Emma, soy
tan estúpido –murmuré y ella se acercó a mí. Me tallé los ojos y me incorporé
en el borde de la cama–. Sé que carecí de valor para decirte esto desde el
principio, pero necesito que lo sepas ahora más que nunca porque no quiero
volverme loco pensando en esto yo solo –le dije y Emma permaneció callada–. Sé
que te pones nerviosa, pero…
–¡Solo
escúpelo! –me interrumpió desesperada y me tomó por los hombros–. ¿Qué es?
–Vendo
drogas –le contesté y ella retrocedió unos pasos, sorprendida, yo me puse de
pie, preparado para dar una larga explicación–. Comencé porque…
–¿Cómo
puedes ser tan estúpido? –me preguntó enojada, pero mantuvo su nivel de voz
moderada para no despertar a sus papás–. ¿Por qué? ¿¡Por qué!? –siguió
preguntando mientras me daba unos golpes en el hombro, enojada.
–Necesitaba
el dinero, pero todo escaló tan rápido, puedo explicarlo todo pero…
–Pero,
pero, pero –repitió imitando mi voz–. ¡Pero nada! –me gritó y se
escucharon pisadas en el pasillo, ambos nos miramos alarmados y entramos en
acción. Emma apagó la luz y se acostó en su cama, justo cuando ella se terminó
de cobijar, terminé de esconderme debajo y su mamá abrió la puerta bruscamente,
como preparada para sorprendernos.
–¿Emma?
–preguntó y prendió la luz, pero al ver que estaba “dormida”, apagó la luz y
salió de la habitación. Suspiré aliviado, pero me quedé escondido un rato más.
–¿Sabes lo
peligroso que puede ser? –me preguntó.
–Estoy
consciente –contesté en un murmuro–. Y es por eso que te voy a pedir algo que
yo no soy capaz de hacer –hice una pausa–. Necesito que termines conmigo –le
pedí–. Aléjate de mí por tu propio bien.
–¿Quieres
que haga eso? –me preguntó sorprendida, pero pude escuchar por su voz que lo
está considerando. Respiré hondo y salí de mi escondite.
–Una vez
más, necesito pero no quiero – le dije.
–¿Y quieres
vender drogas? –me preguntó.
–No, pero…
–Lo
necesitas –completó por mí–. Parece que estás haciendo muchas cosas que te
disgustan, y si una de esas decisiones depende de mí para cumplirse, yo te diré
que no.
–Entonces lo
tendré que hacer yo –le advertí.
–¿Serías
capaz? –me preguntó y clavé la mirada en ella, por la oscuridad se me hizo
difícil ubicarla, pero al final me vi forzado a parpadear–. Hunter, te quiero
y…
–No estoy
exagerando –me defendí–. Este tipo ha estado alejado de su familia por más de
una década para mantenerlos a salvo y hoy entiendo porqué. No estoy a su nivel,
no sé si jamás lo estaré porque no quiero llegar tan lejos como él, pero empezó
en pequeño como yo, y si algún día muy lejano me vuelvo como él, me encantaría
tener la certeza de que estarás a salvo y alejada del problema, es decir, yo
–le dije.
–¿Y quién es
ese tipo? –me preguntó.
–Mi primo
–le contesté–. Y creo que, a pesar de todo, puedo confiar en él.
–¿Tú lo
crees? –me preguntó remarcando la primera palabra–. Hunter…
–Emma, estoy
perdidamente, desesperadamente, indudablemente enamorado de ti, y no puedo
protegerte y si las cosas salen mal, no me podré quedar aquí, no querré
quedarme aquí, por eso necesito alejarte lo más posible de mí –le dije.
–¿Y si a
pesar de todo yo quiero quedarme contigo y tomar el riesgo? –me preguntó y me
hizo un espacio en su cama, nos acurrucamos debajo de todas sus cobijas.
Recargué mi frente en la suya y ella acarició mi cabello, mi nuca, mi cuello.
Cerré los ojos para controlar mi urgencia de besarla, mi prioridad aquí es
terminar a lo que vine.
–¿Y si todo
sale mal? –volví a preguntar y abrí los ojos.
–Huiremos
juntos –respondió con media sonrisa.
–¿Lo harías,
en serio? –le pregunté incrédulo.
–De hecho,
ya se me ocurrió un plan –me dijo.
–¿Cuál es?
–le pregunté con curiosidad.
–Te
diré cuando sea el momento –contestó.
—————————————————————————————————
UIAHSDISUDH.
¡Feliz año nuevo!
Eh, por cierto, nadie nunca va a estar tan enamorado de Hunter y Emma como yo. Son mi pareja favorita, de hecho.
Ok, estaba en tumblr y encontré esto:
Al parecer alguien más también los visualiza juntos e.e
Bueno, como que se le ve la cabeza más grande y enfocada a Emma, no sé. En fin…
¡Respuesta a comentarios! Recibí muchos, estoy muy contenta. :DD
Milagros: Suerte con lo de matemáticas, yo también la necesitaré, de hecho, ya subieron calificaciones y no sé como me fue :S sadiushad [cambiando de tema]. Gracias por leer los capítulos y además dejar un comentario, tq :) Yo también espero por Regan, en realidad tengo muy presente su situación, espero continuar con su capítulo pronto. Y si, Meghan está más madura, estaba leyendo todos los capítulos, desde el principio para refrescar la memoria, y sí, creo que de todos los personajes, Meghan, y sino es que Hunter, fueron los que más maduraron o cambiaron. Y sobre Alex y Mitchell. OMG. A mi también me encanta, pero hay que aceptarlo, no debe pasar . _. Simplemente no es correcto. Y Liam no se ha casado, aunque está por hacerlo, la próxima semana aquí en playwithoutrules.blogspot.com Ok no ._. jaja Bueno, aquí estuvo tu pedazo de Hunter :) Nos leemos! :)
Tormentos Dulces: Wow, sí, la verdad lo de las promesas rotas, siempre pasa, pero Liam parecía tan sincero sobre todo lo que decía que por eso Alexandra no logra olvidar todo lo que él dijo que haría por ella. Sigue leyendo la nove cuando puedas, te cuidas :)
Andrea:
Creo que debería otorgarte el premio por el comentario más grande en el blog. ahdbsahiluds. jaja. La verdad te dejaste llevar esta vez :D Mi mami no te disculpó :( jajaja. Agh, ya sé lo de los capítulos pasado, créeme que sí me di cuenta, y la verdad era más cansado, a mí me gusta, pero no sé, la nove es para ustedes también, así que decidí regresar un poco a mi estilo pasado. ¡Feliz cumpleaños a tí, feliz cumpleaños a tí, Feliz cumpleaños a tí, feliz cumpleaños a tí! Y como tu me cantaste una canción, yo te cantó otra:
El día en que tu naciste, nacieron los dinosaurios, la vacas no dieron leche y los pollos se suicidaron. ¿Ya vez lo que ocasionas? ¡HASTA EL PERRO SE MATÓOOOOOOOOOO! Ok no . _. existe una versión positiva pero no la me la sé. jajaj.
Y feliz navidad! Uhm, me regalaron un cachorro, T.V nueva y un Iphone 5.
Jaja, y sí, yo también te extrañé, dejaste comentar después del capítulo de Tony y me quedé así de que:
Pero bueno, aquí estás de nuevo y me alegro! .iaushdsad! :D
Y ojalá me consiga novio, te deseo lo mismo ;)
Te cuidas y ahí me comentas de nuevo, eh? jajaja
Ale: Jojo te la creíste, pero no te preocupes, todavía queda un poquitín de historia :)
Rommy: Vaya, vaya, mira quién se pasó por aquí otra vez. jaja. Hola! ¿Cómo has estado? Siento lo de Alex y Liam, sé que son tu pareja favorita, hasta parece que lo hago con intención, verdad? . _. Gracias y feliz año nuevo también! Gracias y comenta cuando puedas ;)
María: Espero que te pongas al corriente para que la disfrutes con orden :) Gracias por comentar! :)
3 comentarios:
Yeeeeeeeeeei primera! :D
aaarg >< ¿Que diablos es todo esto? D: Cuando me leí el cap en el que Hunter empezaba con todo este lío ya estaba mal o.O ¡y ahora estoy peor! D: De verdad que no lo entiendo >< ¿Porque quiero hacer esto? Primero que todo ¿porque comenzó a hacerlo? Podría haber dicho que no ¬¬ Pero ahora, esta metido en un problema del porque de un buque D:!!! Esto es heaaaaavy o.O Te juro que tengo miedo :s Ese primo suyo me cae PÉSIMO! Vino puro a traer problemas ¬¬'
Ni idea de hasta dónde llegará esto :S Demasiado complicado .-.
Me sorprende de que puedas crear algo así tan... complicadamente fantástico xD !!
Awwwwwwww *-* Amo los finales tiernos! :3 ldjaslkjdks!
Espero que no le pase nada a esta parejita >< D: !
Jaja Tú y tus intenciones malas, eh? (: Las soporto xD askalskal
Bueno guapa saludineeees!
MAR,PROMETE QUE NO LE VA A PASAR NADA A HUNTER,bueno ni a Emma,PORQUE SINO VA A CORRER SANGRE.
Dios mio, este chico es un estúpido. Lo amo pero es un estúpido, que le costaba alejar cuando podía?. Ahora yo estoy sufriendo por si le va a pasar algo.
Espero que el plan de Emma sea muy bueno, y lo mantenga feliz y vivo a Hunter porque sino ella muere.
¿Es demasiada crueldad,no?. El capitulo estuvo sensacional, enserio. Lastima Axel, lo odio, mucho.
Y al parecer, la suerte no fue suficiente, desaprobé el examen, la profesora me tiene manía. Ahora tengo que volver a rendir el 25 de febrero, asi que no sé, tiene que irme bien. Espero.
Mar,feliz año nuevo atrasado! mucha vibra positiva para vos,que empieces el año con todo, bueno espero que ya lo hayas empezado con todo.
GENIALIDADES DE REGALOS, quiero ese Iphono jajajajja,y un cachorro? enserio? como se llama? que lindo.
SI!!! jfhvjkuljyktdcyvj
o sea, mal rollo por lo de Axel pero xfcvhjb por Emma :3
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