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5/09/2011

Cap. 11



Alexandra’s POV
Jueves 18 de Noviembre
3:15 P.M.

Últimamente me he encontrado ligeramente confundida desde que besé a Liam. Fue un impulso que jamás debió haber pasado pero que me ha mantenido en las nubes y para cubrirlo, está Tony. Está mal, pero no puedo evitarlo. Digo que voy con Tony durante los fines de semana en citas como al cine o fiestas, pero en realidad me dirijo siempre al departamento de Liam, quiero verlo la mayor parte del tiempo posible y cuando está por mi casa es inevitable para mi el no hablarle, aunque tenemos que estar atentos a que nadie esté cerca, porque aunque más tratemos, demostramos lo que hay entre nosotros sin darnos cuenta de ello y la gente no es estúpida, se darán cuenta pronto.
     Cuando llegué a casa lo primero que revisé fue que Liam, o papá, estuvieran cerca. Y, efectivamente, ahí estaban los dos, trabajando en la oficina de mi papá. Me asomé por la puerta de manera que sólo Liam pudiera verme y le sonreí, después le hice un gesto para que viniera, y él, rápidamente, buscó una excusa para salir de ahí.
     –¿Quiere algo de tomar? –le preguntó Liam a mi papá.
     –Si fueras tan amable de traerme un vaso de agua –le respondió mi papá sin desprender los ojos del ordenador–. Y deja de hablarme de usted, me haces sentir viejo.
     –En seguida vuelvo –le replicó Liam y se puso de pie, salió de su oficina, y caminó hacia la cocina, yo lo seguí discretamente hasta que nos encontramos solos–. Creo que esto estuvo bien –me dijo.
     –Calla –dije mientras me aceraba a él para besarlo.
     –Prometo no decir nada sobre esto –dijo Matt entrando a la cocina.
     Mi medio hermano menor. Liam y yo nos separamos inmediatamente.
     –No digas nada o te mataré, lo prometo –le advertí a Matt.
     –¿Es algo malo? –preguntó Matt con interés–. ¿Lo qué están haciendo ustedes dos?
     –No… –contesté dudosa–. Pero es más emocionante cuando es un secreto –le expliqué.
     –Si es malo, es políticamente incorrecto que una menor de edad esté involucrada de una manera más personal con un mayor de edad, hasta llegar al punto de creer que el mayor de edad, en esté caso, Liam esté enamorado, cuando en realidad, y con todo mis respetos, eso te convierte en una clase de pedófilo –dijo mi otro medio hermano cuando entró a la cocina.
     –De hecho, mi querido Ryan, estás en lo incorrecto –se defendió Liam–. Deberías leer ese articulo en Wikipedia, expresan las cosas aún mejor –le sugirió Liam.
     –No puedo creer que dijeras eso –le dije evitando reírme.
     Mi otro hermano menor, Ryan, es mayor que Matt por dos años, y yo soy mayor que ellos por cinco y siete años respectivamente. Y aunque Ryan tenga 10 años, él es muy inteligente para su edad, lo cual resulta molesto en tiempos.
     –Además, sino es malo, ¿por qué lo esconden? –preguntó con suficiencia, probando su punto.
     –Será mejor que vuelva con tu papá –comentó Liam.
     –Te quiero –me despedí.
     Tal vez no lo vería por el resto del día y mis hermanos acababan de matar la escena. Me acerqué a él y lo besé, sin importar que mis hermanos estuvieran presentes, colocó su mano en mi cintura y la llevó un poco más abajo, tratando de levantar mi falda, pero lo detuve ahí, y me separé de él, algo intimidada.  
     –¡Ewwww! –exclamaron mis hermanos asqueados–. ¡Consíganse una habitación! –y ambos salieron corriendo.
     –¿Qué paso? –preguntó mi papá mientras entraba en la cocina.
     –Nada, les dije que tenían que bañarse –improvisé–. Ya sabes como son, no les gusta bañarse.
     –Como sea, Liam, necesitamos ir a la empresa, unos idiotas hicieron algo mal y necesitamos arreglarlo inmediatamente –le informó mi papá–. No sé que harían sin mi mano derecha, es hora de que les demuestre cómo se hace todo.
     –Adiós, papá –me despedí.
     Y entonces Liam y mi papá se fueron.
     –¿Por qué mi papá le dijo idiotas a esos señores? –me preguntó Matt volviendo a entrar a la cocina.
     –Porque si hicieron una idiotez, merecen ser llamados de esa manera –le respondí.
     –Entonces tú eres una idiota –me replicó.

5:00 P.M.

Ahora me encontraba en casa de mi mamá haciendo los deberes, mis hermanas menores jugando, corriendo escaleras arriba y abajo y no dejaban concentrarme. En eso sonó mi celular, era Tony, no debo ser así con él, pero ahora me lo pienso dos veces antes de contestarle porque sinceramente él es un poco… hostigador.
     –Hola, sólo quería avisarte que mañana hay un partido donde yo… juego –me informó en cuanto contesté la llamada.
     –Tengo que ir –dije.
     –Si no quieres ir, está bien –me tranquilizó.
     –No, tengo que ir, soy animadora, tengo que estar ahí –le expliqué.
     –Ah, claro –exclamó–. Bueno, te quiero, nos vemos mañana –se despidió.
     –Yo también –le dije–. Nos vemos mañana –y colgué.
     Todavía me esfuerzo por no decirle te quiero, esperando que reciba la señal, pero no lo hace, simplemente no entiende que ese sentimiento no es algo que tengamos en común. Y no quiero decir te quiero si no lo siento. Hace unas semanas quería a Tony, lo sigo haciendo, pero de una manera diferente, más como un amigo que jamás llegará a ser algo más. Y a Liam lo quiero como… no sé como definirlo, no puedo. Y cuando Tony me invitó al cine, yo sabía que algo pasaría al siguiente nivel, y no quería eso, pero no se lo pude negar, se vio tan sincero, y bueno, resulto serme de utilidad como ya había mencionado.s
     –¡Que es lo que he hecho! –grité enojada.
     –¡Alexandra, corre! –gritó Holly, una de las gemelas.
     –¿Qué pasa? –pregunté preocupada.
     –¡Es mamá, creo que se está muriendo! –gritó nerviosa.
     –¿Qué? Tranquila, no está muriendo –le dije, y entonces caminé rápidamente a la habitación de mi mamá–. ¿Mamá, estás bien? –pregunté preocupada.
     –Son las contracciones –me respondió.
     Y entonces respiró hondo.
     –¿Qué? –preguntó Holly preocupada.
     –El bebé, esta viniendo, cariño –le respondió mi mamá tratando de controlar su dolor.

6:00 P.M.

Había pasado poco menos de cuarenta minutos de cuando llegamos al hospital. Todos estaban preocupados, mis hermanas, mi mamá, el esposo de mi mamá, que por cierto, era él quién traería a ese bebé al mundo, yo también estaba preocupada. Le habían puesto algún tipo de anestesia para que las contracciones no le dolieran tanto. Pero mi mamá tenía sueño, hambre y un poco de dolor. La peor combinación. Pero todos a la vez estábamos ansiosos y no podíamos esperar a ver el nuevo miembro de la familia.

8:00 P.M.

Llevábamos aquí un buen rato, Carl salió de la habitación de mi mamá para informarnos que hubo complicaciones y que tendrían que hacer una cesaría de emergencia, pero que a parte de eso, todo marchaba bien, y entonces entró a la habitación. En cualquier momento saldría de nuevo con las buenas nuevas.
     Mientras tanto, mis hermanas estaban una a cada lado de mí. Se notaba que estaban nerviosas, suelen ser el centro de atención, y con un nuevo bebé, dudo que lo sean por un largo periodo de tiempo. Por fin sentirían lo que yo sentó cuando ellas nacieron, aunque suene un poco vengativa. A pesar de todo, en la casa hay por lo menos tres regalos para cada una, sólo para que no sientan el cambio de atención que recibirían. ¿Yo que recibiría? Largas noches sin dormir debido al llanto del bebé.
     –Alexandra –me habló Holly–. ¿Cómo nacen los bebés? –me preguntó.
     –Si querías saber cómo nacen los bebés, hubieras entrado a la habitación con mamá y Carl –le contesté.– Aunque creo que lo grabarán, es asqueroso –mencioné.
     Holly no dijo nada, parecía estar pensando.
     –No, me refiero a cómo nacen –me dijo.
     –Eso fue lo que preguntaste –le repliqué.
     –Pero me refería a cómo se hace un bebé –me dijo.
     Yo me tomé mi tiempo para pensar en la respuesta y un forma sencilla de explicarle.
     –Se hacen cómo en la fabrica de juguetes –le contesté–. Primero hacen el brazo, después el cuerpo, el rostro, le insertan los ojos, las pestañas, las uñas, los pies, los dedos –lo dije todo en desorden, pero al menos me expliqué–. Y cuando está listo, lo colocan en la panza de mamá y nueve meses son los que se tardan en entregarlos, tienen un servicio muy lento –le respondí–. Escuché que el proceso de concepción es divertido.
     De pronto llegó Carl de nuevo, con una gran sonrisa en el rostro.
     –Niñas, su hermano ya nació –le dijo a las gemelas.

9:20 P.M.

Mi mamá saldría del hospital pasado mañana por la tarde, mientras yo me quedaría en casa con las gemelas, Carl se quedaría con ella y vendría a revisar que todo estuviera bien.
     Cuando llegué a casa me puse el pijama y me puse a analizar ciertas cosas., como el simple hecho de que no podría dormir tranquilamente por los próximos meses, tal vez durante el próximo año. Y algunas otras cosas. También me puse a analizar las cosas buenas, como que a mi me encanta tener hermanos, si, algunas veces son un poco molestos, pero los quiero mucho, y sobre todo cuando son bebés, porque son tan inocentes, y tan tiernos. Claro que cuando crecen es algo totalmente diferente, algunas veces hartan, porque son prácticamente intocables, pero a pesar de eso, en lo personal, me gusta jugar con ellos. Y cuando tienen la edad de Ryan se calman un poco, y es cuando quieren comenzar a ser independientes, según ellos, claro, porque siguen siendo unos niños.
      Me gustaría ser como ellos: pequeños. Porque todo es más fácil de esa manera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

si... el telefono no puede vivir sin Alexandra :P los padres NO son menzos jeje

Clau dijo...

jajaja :)
me encanta la pareja de Alexandra y Liam.... :)
pero me da cosa por Tony u.u
pero bue... jajaja :)
solo eso y que me encanto la nove!!
nueva lectora... pasa por mi blog!! besoww!! ♥