Regan’s POV
Viernes 27 De Agosto
9:30 A.M.
En lo que sacaba mis libros del casillero, pensaba en
que, aunque son las primeras horas del día, ya quería irme a casa, quería que
tocará la campana para poder marcharme, había sido una semana cansada. Además
de extraña. Yo sabía que sentía algo por Jade, a decir verdad, desde hace
tiempo. La observaba por el pasillo cuando pasaba y la espiaba en los
vestidores de la chicas cuando no se daba cuenta. Lo sé, lo último fue algo
pasado de la raya. De cualquier manera, pasaron los meses y nunca le hablé.
Hubiera sido estúpido fingir que no me acordaba de ella cuando accidentalmente
tropezó conmigo el primer día de clases.
También
tengo que dejar claro que no estoy enamorado de ella, ni siquiera estoy cerca,
pero un hecho es un hecho y no se puede cambiar: me gusta más de lo que me
pensé.
–Hola –me
saludó Tony por detrás–. Oye me preguntaba, ¿qué tal si salimos esta noche? –me
preguntó.
Me di media
vuelta para verlo.
–No bateo
para ese lado, Tony –le contesté riendo.
–Idiota, me
refiero a con Jade y Alexandra –aclaró.
–Jade
conmigo, tu con Alexandra. Perfecto –concordé con él.
–De hecho,
yo pensé que… sería buena idea si yo iba con Jade y tú con Alexandra –me
comentó.
–¿Tú con
Jade? –le pregunté sorprendido.
El asintió.
–De ninguna
manera, ella será mi cita –continué.
Tony suspiró
impaciente.
–Bien, así
será –acordó inconforme.
12:25 P.M.
A la hora del almuerzo acordé que yo le diría a las
chicas. Vaya, somos un par de cobardes.
–Hola –me
saludó Jade.
Y se sentó
al lado mío.
–Oye, estaba
pensando… ¿Quieres salir? –le pregunté.
Ella
inmediatamente me sonrió.
–Claro, me
encantaría –me respondió.
–Bien. Es
una cita doble. ¿No importa? –le pregunté–. Con Alexandra y Tony.
–No, claro
que no importa –me dijo.
–¿Saldrán?
¿Sin mi? –preguntó Hunter herido–. Genial. ¿Por qué no? ¡No me inviten!
–entonces se sentó frente a mí–. ¿Desde cuando eliges a los nuevos antes que a
mi para hacer planes? –me preguntó ofendido–. Pero no importa. Tenía otros
planes de cualquier manera.
–No te había
excluido –mentí–. Te lo iba a decir en un segundo. Pero cómo tienes planes…
Hunter es
aparentemente rudo, y hace bromas pesadas, pero tiene el corazón de un niño, lo
sé porque lo conozco de varios años atrás, y se siente ofendido fácilmente,
sobre todo en casos como estos, es muy apegado a la familia, y a los amigos.
6:50 P.M.
Tuve que pasar por Tony a su casa porque todavía sigue
siendo nuevo en la ciudad y no conoce ciertos lugares. Es algo tonto, pero me
agrada. Un ejemplo de su perfecta idiotez fue al elegir un restaurante y
quedarse clásico en lugar de una buena fiesta en casa de alguno de mis amigos.
Pero bueno, al menos él sabe el concepto de una cita.
–Gracias por
venir por mi –me agradeció cuando subió a mi automóvil.
Hubo un sólo
detalle que no me gustó: azotó la puerta.
–No puedes
azotar la puerta de esta belleza –lo regañé.
–Es sólo un
carro –me replicó.
–No es sólo
un carro –objeté–. No es SÓLO otro carro –y lo volteé a ver–. ¿Qué te
crees? –le pregunté. Y recargué mi cara sobre el volante–. No le hagas caso a
ese viejo horrible y malo –arrullé a mi carro.
–¿Con que
soy viejo, malo y feo? –me preguntó fingiendo estar ofendido–. Comienzo a
sospechar que tienes problemas, nadie le habla así a su carro.
–Shh, sólo…
no hables sobre ello. Ya no hables sobre ello.
Cuando llegué al restaurante en el Valet Parking. No
me gusta hacerlo, pero llegaríamos tarde, o al menos, no quería perder mi
tiempo caminando unas cuadras a dónde deje mi coche. Es mejor que lo lleven
directo a ti, más fácil.
–Este
restaurante es genial –mencionó Tony asombrado.
–No tan
genial como hubiera sido la fiesta –le repliqué–. Es algo así como el más
moderno de aquí –le comenté–. Te quisiste quedar clásico con un restaurante,
entonces, ¿por qué no elegir uno que valiera la pena?
Caminando
hacia la entrada del restaurante, me encontré con Jade y Alexandra.
Jade se veía
linda, así la observé un rato.
–El amor
esta por el aire –me murmuró Tony.
–Cállate –le
dije dándole un codazo en las costillas.
Claro,
disimuladamente.
–Hola –nos
saludaron las chicas.
–¿Entramos?
–les pregunté.
Después de dos minutos, pedí algo de tomar, obviamente
no dejan a los menores de edad consumir ningún tipo de bebida alcohólico, pero
eso cambiaría en cuanto saque mi identificación falsa. Según esto, tengo
veintidós años de edad.
–Necesitaremos
su identificación –me pidió el mesero.
Entonces
saqué, de mi bolsillo del pantalón, la identificación falsa.
Hunter la
había conseguido para mi en el verano, me ha sido muy útil.
–¿Qué
demonios…? –me preguntó Tony.
–Lo diré de
nuevo, Tony, cállate –le repliqué entre dientes.
Entonces le
entregué la identificación al mesero, y le sonreí.
–Bien, aquí
tiene –me dijo devolviéndome la identificación.
Y después de
eso pude ordenar lo que quisiera.
–¿Y eso de
dónde la sacaste? –me preguntó Tony cuando el mesero se fue.
–De Hunter.
No sé de donde, pero son buenísimas, sirven para todo –le respondí–. Por
cierto. ¿Y Hunter? –pregunté–. Ah, si, tenía otros planes –recordé.
Hunter es un
fiestero, lo más probable es que estuviera teniendo una fiesta en su casa ahora
mismo. No sé que hago aquí, pudiendo estar en su fiesta. Una casi cada dos
fines de semana. ¿Por qué? Sus padres no están nunca en la ciudad.
11:00 P.M.
Dios, el tiempo pasa volando cuando te diviertes, ¿no
es así?, y sobre todo si bebes un poco… bueno, un poco más de lo que deberías.
Y eso es lo que me ha pasado. Pasé por la puerta a duras penas caminando y
después me recargué en Jade cuando llegamos a su coche.
–¿Quieres
que te lleve a la casa? –le ofrecí a Jade.
–No,
gracias. Te ves algo… mal –me contestó–. ¿Quieres que yo te lleve a casa? –me
preguntó.
–No, no,
estoy bien –le contesté–. Le pediré a Tony que me llevé.
Ella asintió
y se me quedó viendo. Hubo un momento incómodo, estábamos solos, pero no sabia
que decir.
–Bien, creo
que debería irme –me dijo.
–Espera…
–entonces me acerqué a ella.
Rocé mis
labios al principio con ella, y no supe si proceder o detenerme. Ella fue quien
tomó la iniciativa y se separó de mi.
–Aliento a
alcohol… no sabe bien, lo siento –se disculpó–. Pero de cualquier manera, ¿por
qué fue eso? –me preguntó.
–¿Qué? ¿No
te puedo besar porque sí? –le pregunté riendo.
Cuando estoy
así de mal, como diría Jade, me siento tonto.
–No, no
puedes –me contestó enojada–. En serio, ¿qué esperabas de esto?
–No lo sé
–le respondí–. Tal vez… ser… ya sabes…
–¿Amigos con
beneficios? –me preguntó.
–Si, tú si
sabes –le dije–. Besarte cuando quiera, acostarme contigo cuando lo necesite.
–Mira, tú
eres así, lo he escuchado. Pero yo no –me dijo–. ¡No me acostaré contigo, por
Dios! –exclamó enojada.
–Empecemos
lento, primero besos, después veremos –le ofrecí–. ¿Eso te parece bien?
–¡No! –me
gritó–. ¡Deja de decir eso! No soy alguien a quién puedas controlar. ¿De
acuerdo? No haré lo que me digas que haga, no soy estúpida.
–Eso lo sé,
lo estoy viendo –le dije–. Pero, ¿entonces no te acostarás conmigo? –le
pregunté, haciendo el último intento.
–No lo haré
–me respondió.
–Entonces lo
siento, las cosas no funcionarán –le dije y me di media vuelta, después la
volteé a ver de nuevo–. ¿Sabes? ¡Cualquiera se moriría por esto! –le grité–.
¡No sabes de lo que te pierdes, nena!
–Vete a la
mierda –me dijo.
–Uh, la
chica se rebeló –me burlé.
Ella me miró
por última vez y se subió a su carro.
Lo último que recordé fue Tony depositándome en el
porche de mi casa.
Ahora estoy
dirigiéndome hacia mi habitación.
–Pensé que
llegarías temprano, mucho más temprano –me regañó mi papá cuando salió de su
cuarto para recibirme–. Dijiste que ibas a cenar o algo así, dejaste claro que
llegarías a una hora, y no lo hiciste, estás castigado –me dijo.
Respiré
hondo, y me preparé para sonar totalmente sobrio.
–No es tan
tarde, papá –le contesté–. ¿Por qué me limitas tanto?–le pregunté
enojado–.¡Estoy harto de tener que ser perfecto para ti! –le grité.
Caminé hacia
mi habitación y azoté la puerta al cerrarla.
Sábado 28
11:00 A.M.
Sino me desperté como esperaba, es mejor. Y si mal no
recuerdo, tengo que tratar algo con mi papá. Sabía que esa escena de ayer me
saldría cara. Mi papá es muy estricto, cuando hago algo bien, me felicita por
ello; pero mejor me cuido si hago algo mal, porque entonces todo lo que hice
bien se esfuma y queda en el olvido. Como empezar desde cero.
–Lo siento
–le dije cuando entré a la cocina para desayunar.
–¿Por cuál
de las dos cosas? –me preguntó.
–Pues por
ambas –le respondí.
–Estás
castigado de todos modos –me dijo.
–No soy
perfecto –le dije–. ¿Qué no puedo equivocarme? –le pregunté molesto.
–Puedes
hacerlo –me respondió como si me estuviera dando permiso–. Pero no me gusta que
bebas, por eso encontré esto en tu habitación –y entonces me enseñó la
identificación falsa y después la cortó con las tijeras.
–¿Entraste
en mi habitación? –le pregunté molesto.
–Bueno,
Alexander la encontró por mi –me contestó.
5 comentarios:
me encanta tu novela......... sigue asi!!
Hola! Te sigo,ok? la historia me ha interesado bastante, está muy bien.
Me gustaría verte por mi blog :)
Saludoos
hooooooola¡¡ soy la escritora de y llegaste tu, me pediste que me pasara por tu blog y me encantoooo ya te sigo :)
:D
me gusto tu blog!!
un saludo!!
te sigo!! :D
hola!!!
me encanto tu blog
publica mas de seguido
porfis
besos!!!
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