Cap. 51

Jade's POV

Sábado 29 de Octubre

10:30

Sin pensarlo, volteé a ver quién era. Regan. Los tres permanecimos callados unos segundos, Tony fue el primero en quitar sus manos de mis piernas y después fui yo quién se puso de pie. Esto no es lo que yo había planeado, tengo que explicarle a Tony el porqué lo besé. No porque quisiera,  fue porque no quería que Regan nos viera, aunque no me di cuenta de ya nos había visto desde lejos y en realidad nos siguió hasta dónde estábamos.

     Fue Regan quién interrumpió el silencio con una risa irónica.

     –Vaya, vaya –comentó–. Creo que es hora de que se vayan –nos dijo.

     –Regan… –comenzó Tony. Pero yo lo interrumpí.

     –Esto realmente no es lo que parece –dije.

     –Jade, ¿por qué estás aquí? ¿Te invité? –me preguntó Rega despectivo–. Ah, cierto, no, no lo hice –me dijo–.  Ya sabes dónde está la puerta.

     –¡No la trates así! –me defendió Tony.

     –Tony, está bien… –traté de calmarlo.

     –No, no está bien –me contradijo–. ¡Está celoso, está molesto, pero ya no eres de él!

     –¡Cállate! –le gritó Regan y lo señaló–. ¡Si ella no es mía, no es tuya tampoco!

     Yo retrocedí unos pasos. Tal vez a una chica normal le hubiera gustado ver a dos hombres pelear por ella, peor, ¿qué pasa sin son mejores amigos? Está mal.

     –¿Por qué no? –le gritó Tony–. ¡Eres un idiota! ¡Ella no es un objeto! ¿Qué no lo entiendes? –le preguntó y se acercó a él.

     Ambos sostuvieron la mirada un momento, hasta que Tony interrumpió la conexión cuando se agachó abruptamente y colocó sus manos sobre su cabeza. De pronto se escucharon algunos golpes, golpes sordos, de algo chocando contra otro objeto. Nos tardamos en darnos cuenta de que esos golpes eran de piedras cayendo, algunas a la piscina, otras contra alguna maceta. Mientras nosotros teníamos esta pequeña pelea, otros, en el mismo lugar, parecían estar teniendo otra, pero llevando la suya un poco más lejos que golpes. Regan y yo nos volteamos a ver confundidos y después me acerqué a Tony.

     –¿Tony, que ocurre? –le pregunté, colocando mi mano en su cabeza también, pero la retire al sentir ese liquido en mi mano. La observé e inmediatamente supe que era sangre. Me espanté y ayudé a Tony a ponerse de pie. Se balanceó de un lado a otro, pues estaba mareado, pero lo ayudé para que no se cayera.

     –¡Necesitas ir al hospital! –le dije.

     –No, estoy bien –se negó–. Estoy bien.

     –No, no lo estás –le insistí–. ¡Regan, rápido, tenemos que llevarlo al hospital! –le grité.

     Entonces Regan y yo ayudamos a Tony a llegar hasta la camioneta del papá de Regan y lo subimos con cuidado, él no puede hacerlo más rápido, Regan se quitó su suéter y me lo dio para que lo colocara en la herida de Tony para detener la hemorragia. Era una herida bastante grande, y la sangre salía muy rápido. Me desesperé, sentía que yo también iba a perder el conocimiento, la sangre no sólo me provoca asco, también me pone nerviosa.

     –¡Ve más rápido! –le grité a Regan.

     –¡No puedo ir más rápido! –me gritó Regan nervioso.

     –Les digo que estoy bien… –insistió Tony.

     –¡Tú cállate! –le gritamos Regan y yo.

En el hospital, Regan llamó al padre de Tony, quien dijo que ya venía en camino. En la sala de emergencias veías a personas llegar en ambulancias y doctores corriendo para atenderlas, mientras que Tony se encontraba en alguna parte mientras le aplicaban la anestesia para poder cerrar la herida con algunas cuantas puntadas.

     –Está bien –me trató de tranquilizar Regan.

     Sé que está enojado conmigo, pero me prometió que estaría siempre ahí para mí cuando lo necesitara, y ahora lo necesito, creo que esa promesa, a pesar de todo, sigue en pie para él. Además vi su habitación, las fotos siguen ahí, todo sigue ahí, exactamente como lo recordaba. Y no voy a mentir, me sentí bien, el saber que no se ha atrevido a quitar los recuerdos.

     –Lo sé, sólo… me puse nerviosa –le repliqué después de un momento.

     –¿Por qué lo besaste? –me preguntó cambiando de tema–. Vi que fuiste tú –me dijo.

     –Pensé que eso evitaría que nos vieras –le respondí tratando de evitar el tema.

     –De hecho, eso llamó más mi atención –me dijo–¿A dónde quieres llegar exactamente?

     –¿A qué te refieres? –le pregunté y lo volteé a ver.

     –Cuando te veo con otros chicos solo siento que voy a perder la cabeza y pienso: ¿No debería ser yo ese chico? Y cuando hablamos sobre esto… sé que la conversación no va a ninguna parte, terminamos siempre en el mismo lugar donde empezamos, pero ya pasaron un par de meses y sigues en el mismo lugar: mi cabeza –me dijo.

     –Sí, eso fue lo que escuché –le dije y sonreí tímidamente.

     –Exactamente, ese es el problema, lo sabes –me dijo.

     –Entré a tu habitación –le confesé–. Vi las fotos.

     –¿Y…? –me preguntó esperando a que continuara.

     –Pensé que querías olvidarte de mi –le dije.

     –Estoy trabajando en eso –me dijo con una pequeña sonrisa.

     –Deja de intentarlo –le dije y él me volteó a ver, después de mi comentario no dijo nada. Me encanta como podemos comenzar a hablar de algo serio y estar un poco enojados, hasta terminar haciendo pequeñas bromas sobre algo que los dos sabemos que es verdad.

Domingo 6 de Noviembre

4:00 P.M.

Había pasado una semana desde el incidente de Tony. Regan investigó con los chicos que estaban lanzando las piedras y resulta que no estaban peleando, estaban lo suficientemente ebrios como para ponerse a hacer tonterías, y solo estaban "jugando". No me convence, pero si eso fue lo que ellos dicen, entonces supongo que no podemos hacer nada al respecto. Y sobre lo que había pasado con Tony, aclaré las cosas con él, aunque noté que él no estaba feliz con todo eso, me hubiera gustado haber evitado ese beso y todo lo demás y que nuestra amistad siguiera como era antes, pero… arruiné todo y me siento fatal sobre eso. Le abrí las alas, pero solo para cortarlas después, todo porque quería olvidar a alguien a quien claramente no estoy preparada para dejar pasar. Cuando lo besé, no se sintió bien. Hay una clase de emoción cuando besas a alguien que amas, es como un empujón, que es el que te hace decir cosas cursis, y que parezcan ridículas, pero así es el amor, y cuando lo besé no sentí eso, me sentí extraña e incomoda, tal vez no era el momento, pero a parte del momento, simplemente… no me gustó la sensación que tuve.

Martes 15

5:00 P.M.

Sí, tal vez yo soy la única que lo recuerda, probablemente, él no tenga ni la menor idea, pero si todavía estuviéramos juntos, hoy cumpliríamos un año, suena poco para mi, no puedo creer que no llegáramos. Hoy, un año atrás, él me prometió que no me lastimaría, pero ocurrió totalmente lo contrario.

     –¡Jade! –gritó mi mamá–. ¡Es Regan!

     Me puse de pie rápidamente, salí de mi habitación y bajé rápidamente las escaleras.

     –Hola –lo saludé sorprendida, feliz de que estuviera aquí–. ¿Qué haces aquí?

     –Feliz aniversario de un año –me dijo.

     –¿Y qué significa eso? –le pregunté.

     –De acuerdo, imagina que te extraño, y que nunca me dejaste de importar; imagina que en los últimos meses fueron, las cosas iban de maravilla, que todo estaba bien, y que a pesar de todas las peleas, lo hicimos durar hasta el día de hoy, imagina que no soy nada sin ti –hizo una pequeña pausa–. Durante el verano, mis ojos rogaban por verte, y cuando te vi el primer día de clases, me di cuenta de lo mucho que te necesito y de lo mucho que te extraño, de lo mucho que me gusta estar contigo y me di cuenta de que, efectivamente, no soy nada sin ti, me di cuenta de que sólo tú me completas, no Meghan, no nadie. Las peleas parecían estar luchando por permanecer vivas cuando discutíamos y hablábamos sobre el tema. Pero en vez de discutir. ¿Por qué no me cuentas un secreto? Necesito escucharlo, necesito conocerte más. Platícame una historia, escucharé atentamente, me quedaré despierto toda la noche si es necesario. He estado pensando en todas las cosas que hemos pasado y todo lo que hemos hecho juntos y quiero hacerlo bien esta vez, ayúdame a hacerlo bien –me dijo con un nudo en la garganta, sus ojos se humedecieron–. Podría vivir sin ti, pero no quiero, ese es el problema: no quiero, prefiero estar aquí contigo, quiero estar contigo, voy a estar contigo –no supe que decir, no sabía si debía decir algo o dejar que continuara, pero la respuesta a todo lo que me había dicho, era sí–. Estoy contando los segundos hasta que rompas el silencio –me presionó con una sonrisa–. Por favor, sólo dilo –y se acercó a mi, colocó sus manos en mis mejillas–. Dilo –me insistió y yo sonreí por su cercanía.

     –Te ves como un completo idiota –le dije con una pequeña risa–. ¿Viniste aquí solo para decirme eso? Cuando un todavía te quiero hubiera sido más que suficiente. Por favor, me conoces, así que termina con esto –le dije y coloqué mis manos en su cuello y lo besé, y sí, ahí está el sentimiento del que hablé, el empujón. Separé mis labios de los de él y lo observé así de cerca un minuto–. Esto fue todo un espectáculo, ese es el Regan que yo conozco.

     –Hago un gran drama de todo, ¿cierto? –me preguntó–. Yo soy la reina del drama.

     –Sí, eso mismo –le dije con una sonrisa–. ¿Quieres un secreto? –le pregunté.

     –Adelante –me dijo.

     –Te quiero –le dije y lo besé otra vez.

     –Yo también te quiero –me dijo–. Entonces… ¿Quieres ser mi novia? Otra vez…

     –Nah –le respondí.– Hay que llevarlo lento, tienes que demostrarme que… me quieres.

     –¿Qué? ¿El discurso no fue suficiente? –me preguntó sorprendido.

     –No, pero ya tengo algo mente –le dije.

     Si realmente quiere que esto funcione esta vez, tendrá que dejar de tratar de ser "bueno" como la última vez, y comenzar a ser sincero conmigo, porque sé que hay varias cosas que no me ha dicho y que, aunque no me gustaría saber, tengo que saber. Y yo sé que Regan nunca es completamente sincero, ni siquiera con él mismo, es por eso que quiero que lo intente, realmente apreciaría escuchar la verdad, y si me entero de que me mintió, entonces creo que las segundas oportunidades se acabaron.

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