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6/15/2011

Cap. 17


Regan’s POV
Sábado 11 de Diciembre
11:00 A.M.

Bueno, supongamos que un amigo está deprimido, y si ese amigo está deprimido y lo quieres mucho, demasiado, quieres hacer algo para alegrarlo. ¿Qué harías para hacerlo? ¿Comprarle algo? ¿Decirle que todo estará bien? Y en todo caso… ¿Llevarle a ver una película de comedia ayudaría para hacerlo reír? ¿Tal vez de terror? Estoy pensando en algo que puedo hacer para ayudar a Jade, está triste porque su papá se fue por semanas indefinidas, y aunque sabe que regresará, no sabe cuando, y también sabe que cuando regrese, su familia no volverá a hacer la misma de antes.
     En eso sonó mi celular, revisé quién era, y era Hunter. Dice que la otra vez que llegué a su casa, en la madrugada, le dije algo, yo estando ebrio, y eso no lo dudo, porque no me acuerdo nada salvo de despertar en su casa al otro día. Él dijo que yo le había dicho que le diría algo sobre Emma, pero no recuerdo que Emma me haya dicho al relevante en ningún momento y desde entonces no me deja en paz. Tal vez sé algo, pero ella se lo dirá a su tiempo, yo por mi parte, debí haberme enterado sin querer.
     –¿Qué quieres, Hunter? –le pregunté cuando contesté.
     –¡Te exijo que me digas lo de Emma! –comenzó a alegar molesto–. Porque la verdad…
     Entonces colgué, no quería volver a escuchar lo mismo que he estado escuchando las últimas semanas. Y después sonó mi celular de nuevo, contesté y dejé que Hunter hablara, aunque realmente no lo escuchara.
     –No sabes escuchar, eres como un palo. Pienso que un perro escucha mejor que tú, es en serio, no sé que voy...
     ¿Un perro? Perfecto.
     –¡Gracias, Hunter, lo tengo, lo tengo! –exclamé con felicidad.
     –¿Qué, de que… tienes qué…? –pero no lo deje terminar, y colgué.
     El mejor regalo, la mejor compañía, claro, a parte de mi, pero la mejor compañía es un perro. Claro que a Jade le encantará un perro. ¿A quién no le gustan los cachorros?

12:30 P.M.

Después de estar buscando varias tiendas de mascotas, donde poder adoptar, o en todo caso comprar un perro. Encontré una perfecta, o más bien, vi un perrito para Jade, uno tierno, uno lindo, uno perfecto.
     –Disculpe –le dije a la señorita que estaba en el mostrador.
     –¿Se te ofrece algo? –me preguntó con amabilidad.
     –Si, quería saber si el perrito… –entonces lo señalé–. ¿Está en adopción?
     –Está en venta –me informó.
     –¿Venta? –pregunté incomodo–. ¿Puedo verlo?
     –Claro, acompáñeme –me dijo–. Tiene poco más de dos meses.
     –¿En serio? ¿Qué raza es? –pregunté.
     –Son Beagle –me dijo.
     Entonces caminamos hacia donde estaba el perrito, estaba en una especie de corral.
     –Aquí tiene –dijo agarrando al perrito y entregándomelo–. Es macho –me dijo.
     –Es tan tierno –dije–. Que bonito perro. ¡Ay, si! Eres tan bonito –dije mientras lo acariciaba. No sé porque luzco como idiota cuando le hablo así a un perro–. Eres perfecto –le dije–. ¿Qué? ¿vendrás conmigo a casa? –me pregunté. Y lo vi unos segundos más. Era tan tierno, justo lo que Jade necesitaba–. ¿Iras conmigo a casa? –volví a preguntar–. Creo que irás conmigo a casa –me decidí–. ¿Cuál es el precio? –pregunté.
     –Estaba bromeando cuando le dije que estaba a la venta, aquí todos los cachorros están en adopción –me dijo riendo–. Hay un pequeño coste, pero tendrás que llenar unos papeles y responder unas cuantas preguntas –me pidió.
     –Claro, no hay problema –le contesté.
     –En seguida vuelvo –me dijo.
     Y entonces me quedé ahí solo con el perrito. La tienda estaba vacía, excepto por una chica que se acercó a mi discretamente y después me saludó:
     –Hola, Regan –me dijo la chica.
     –¿Quién eres? –le pregunté.
     –¿No te acuerdas de mí? –me preguntó fingiendo decepción–. Pero claro que no, pues la última vez que te vi tenía tan solo diez años. Soy Amanda, la hermana de Meghan –me explicó.
     –¿Meghan? –pregunté sorprendido.
     –Si, ya sabes a que Meghan me refiero –me respondió con suficiencia.
     Meghan fue mi primera novia, y se fue, se fue hace dos años, y si su hermana está aquí, significa que Meghan está aquí también, significa que regresaron a L.A. después de irse repentinamente, ella ni siquiera se tomo la molestia de decirme que se iba, sólo me habló por teléfono, me dijo que se iba, y entonces terminó todo. Nunca fue nada serio de todos modos, pero si me lastimó.
     –Bonito cachorro, ¿para quién es? –me preguntó, asumiendo que no era para mi, tal vez fue porque yo nunca fui un chico de mascotas.
     –Para Jade –le contesté.
     Ella la conocía, Meghan y Jade habían sido mejores amigas.
     –Veo que no perdiste el tiempo –me dijo.
     –Yo nunca pierdo el tiempo –y entonces me reí.
     –Muy gracioso, pero quiero ver tu cara cuando veas a mi hermana –me dijo.
     –¡Alto ahí! ¿Están regresando a L.A.? –le pregunté lo obvió.
     –Creo nos veremos por ahí –se despidió.
     –Tomaré eso como un si –le dije.
     Ella se dio media vuelta y se fue. Todo eso pareció extraño. Eso suponía un problema, sé que cuando estoy con Jade siento que no puedo estar con otras chicas, pero Meghan… bueno, fue mi primera novia, primer amor, mi primer todo, bueno, mi primer casi todo. Y el primer casi todo nunca se olvida.
     –¡Demonios! –exclamé.

2:00 P.M.

Así que sin más fui a la casa de Jade y llevé al cachorro conmigo, pero lo escondí  en una caja (grande), con un moño, claro que la caja tenía agujeros para que el perro pudiera respirar, tampoco iba a llevarle un perro muerto a Jade, no quería que se deprimiera aún más, además sería perturbador.
     –Hola, Regan, que sorpresa. ¿Eso es para Jade? –me pregunto la mamá de Jade al abrir la puerta y notar el regalo.
     –Si –le respondí apático. La mamá de Jade no me agrada, sobre todo porque tanto es el odio que Jade le guarda a su mamá en este momento, que de alguna manera, me lo transmitió–. Voy a entrar–le informé.
     –Claro –me dio permiso para entrar.
     –Lo siento, pero no te lo había preguntado –le repliqué.
     Entonces entré a la casa, y subí las escaleras, y antes de entrar al cuarto de Jade coloque la caja en suelo.
     –Más te vale no ladrar –le advertí al perro.
     Y después entré a la habitación de Jade. Cuando entré no volteó a verme, estaba acostada. Observé que tenía los audífonos, estaba escuchando música, y además tenía los ojos cerrados, imposible que me viera y escuchara. Y bueno, también podría estar dormida. Me acerque a su cama y la observé. Cuando ves a alguien dormir te brinda serenidad.
     Entonces abrió los ojos abruptamente, me vio, gritó y después se cayó de la cama. Todo al mismo tiempo, yo corrí del otro lado para ayudarla a levantarse.
     –¿Estás bien? –le pregunté–. Déjame te ayudo–le dije.
     Entonces la ayude a pararse.
     –¿Qué haces aquí? –me preguntó–. Me espantase.
     –Lo sé, perdón, quería sorprenderte –le respondí entre risas.
     –Lo lograste –me dijo un poco molesta.
     Y se sentó en el borde de la cama. Yo la miré unos segundos y después me acerqué a ella, la besé y poco a poco me fui recargando hasta que nos tiramos sobre la cama y dejé caer todo mi peso sobre ella.
     –Mi pierna, cuidado –me dijo, interrumpiendo el beso.
     –Ah, claro, lo siento –me disculpé.
     Y me dejé caer a un lado suyo.
     –Y además, estoy por aquí –dijo su mamá al pasar por el pasillo.
     Me quedé mirando el techo.
     –Tu techo tiene una mancha en forma de corazón –le mencioné y entonces señalé la mancha en el techo.
     –No es una mancha –me dijo–. Yo lo pinté.–
     –¿Por qué? –le pregunté.
     –Es que, iba en primaria, y había un chico que me gustaba mucho –me respondió.
     –¿Ah, si? ¿Qué chico? –le pregunté atento.
     –Te pusiste celoso –notó.
     –Claro que si –no lo negué.
     –Tú –me dijo y entonces me volteo a ver.
     Me sonrió y yo también.
     –Tal vez sea algo pronto para decirte esto, pero, ¿te has preguntado todo lo que haría y te daría por verte sonreír? –le pregunté–. Si tú me pides algo, yo te lo daría, si me pides el mundo, yo te daría el mundo. Solo por verte sonreír. No me gusta verte triste –le dije, y ella sonrió aún más, lo que me hizo sonreír a mi también. Después me paré–. Espera un minuto –le pedí y fui por la caja, la recogí, y la llevé al cuarto de Jade–. Sé que te hará muy feliz –entonces coloqué la caja en su cama.
     –¿Qué son? ¿Zapatos? –preguntó con poca emoción–. Tengo un montón de esos.
     –Mejor –entonces el perrito comenzó a emitir ruidos, tal vez estaba espantado–. Ábrelo.
     Entonces quitó el moño y después la tapa de la caja.
     –¡No puedo creerlo! –exclamó mientras sacaba al perrito de la caja.
     Me volteó a ver.
     –¿Te gusta? –le pregunté.
     –¡No me gusta, me encanta! –me replicó emocionada–. Es el mejor regalo que me han dado.
     –¿Más que tu carro? –preguntó su mamá desde la habitación continua.
     –¡Cállese! –le grité a su mamá un poco harto–. Te amo –le dije a Jade.
     Pero ella no dejaba de ver al perrito, estaba jugando con él.
     –Yo también te amo –me dijo cuando me volteó a ver–. Nunca creí que harías algo así.
     –Todo por verte sonreír. ¿Recuerdas?
     Y ella sonrió. Misión cumplida.
     Lo sabía. Estaba feliz, se emocionó cómo un niño pequeño, lo cual me fascinó.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta perfecto y me encanto el regalo que le hizo regan a jade,quiero que este con jade y no con meghan.
Sigue asi y cuando termines los finales publica pronto.Y tomate el tiempo necesario te entiendo en cuanto a los finales

Na Abarca dijo...

wwwoooow unn perrito (:
que tan perfecto?
haha regan se despista igual que yo hahaha (:
que l epaso a emma (:

Clau dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaawwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!! *-*
muri del amnor con este capi, es taaaan tierno!! :) :3
y a quien no le gustaria que le regalen un perrito?? es lo mejor y Regan es un tierno ahora :3 :)
me encanto el capi ♥

A.S. dijo...

ME ENCANTOOOOOOO! :3 aawww yo pense que se habian olvidado del perrito u.u

SIGUELA CUANDO PUEDAS!;)

Un beso enorme

AWC 'NIGHT♥

Anónimo dijo...

Se nota que el amor te hace hacer cosas buenas :) bonito capitulo jeje <3 esas historias (de ex novias)como que ya las he oido